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Crédito hipotecario No te sobreendeudes.

Es momento de reservar las compras suntuarias, pero una casa es un bien básico. Si tienes el ingreso, la manera de comprobarlo y sabes que no te van a despedir en el corto plazo, ¡tómalo! pero que sea el crédito que puedas pagar

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Sandra tiene preautorizado un crédito para adquirir una casa, sin embargo tiene temor de tomarlo por lo que ha escuchado acerca de la difícil situación económica y financiera que ocurre a nivel mundial. “Si tienes el ingreso, tienes la manera de comprobarlo y sabes que no te van a despedir a corto plazo pues tómalo (crédito hipotecario), ¿tenemos asegurado el empleo? Pues no, ¿lo demás?... Pues la vida sigue”, respondió Guillermo Jiménez Sepúlveda, presidente y director general de la Sofol hipotecaria Finpatria, en entrevista con Real Estate Market & Lifestyle.


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“Lo único que yo diría, como sugerencia, es que si el sector financiero en promedio te préstamos para que destines un máximo de 30 por ciento de tus ingresos mensuales al pago de la hipoteca, no te vayas al máximo, pide el 20 ó 25 por ciento”. Es decir, agregó, en lugar de la casa del millón de pesos pues cómprate la de 800 mil pesos; si el departamento costaba millón y medio con tres recámaras, mejor pide uno con dos recámaras. Pero la crisis financiera toma un matiz diferente y para la parte hipotecaria es muy peculiar. Así que vayamos por partes.

Sobrecalentamiento de créditos Estamos viviendo los efectos de una crisis financiera mundial originada en Estados Unidos y secundada en Europa, que le está pegando a toda la economía mundial, explicó Guillermo Jiménez. Para el actual director de una de las firmas hipotecarias privadas más jóvenes del mercado nacional, con apenas tres años, la actual crisis económica se originó por un sobrecalentamiento de los créditos hipotecarios, un relajamiento en las políticas para otorgarlos en Estados Unidos (subprime).

“La parte hipotecaria es muy peculiar, venimos de un boom impresionante de 1999 al 2001 donde todo mundo entraba al tema hipotecario. Las constructoras y las desarrolladoras estaban construyendo casas por todos lados, de todos niveles, y los bancos y las Sofoles estábamos compitiendo. Una competencia muy feroz hasta hace dos o tres años”, recordó.

“Varias Sofoles han dejado de operar o han bajado su nivel de operación, además de diversas fusiones y compras de Sofoles, en tanto los bancos, muchos de ellos extranjeros, están revisando sus políticas de vivienda conforme le ha pegado la crisis internacional en otros países. Yo creo que el sector fue en algún momento laxo en otorgar ciertos créditos, pero siempre con toda la distancia guardada con el mercado americano que es muy diferente”, indicó Guillermo Jiménez.

¿Hay menos crédito hipotecario?

En opinión del director general de Finpatria sí, hay menos crédito. “Creo que el sistema financiero general mexicano se está retrayendo en dar crédito. Y eso es bueno en términos de una mayor prudencia; pero en contraste, es malo porque las economías viven del crédito, no hay economía que viva de traer dinero en la bolsa y comprar todo de contado”.


Guillermo Jiménez Sepúlveda
Presidencte y director general de la Sofol hipotecaria Finpatria

Además, expresó el entrevistado, “todo mundo quiere una casa mayor a la que podemos pagar, esa es la premisa histórica número uno; lo ves todos los días, por ejemplo, el que tiene para pagar una casa de 200 mil pesos pretende que le prestemos 300 mil para una casa de mayor tamaño, pero si no tienes la capacidad de pago para pagar este último y el crédito lo metemos con calzador, ahí es donde truena el mercado”. Reconoció que esto sucede en todos los segmentos del mercado, no sólo en los niveles de ingresos bajos.

“Como sistema se ha repetido en muchas ocasiones durante esta nueva etapa del crédito hipotecario en México, que metemos con calzador un determinado crédito hipotecario, donde el acreditado podrá pagarlo sin contratiempos uno o dos años, pero de pronto ciertas condiciones cambian y ya no pueden pagarlo. Por ejemplo, hay personas en las hipotecas más bajas que por más que estén en tasa fija y su pago no suba de dos mil pesos al mes, de repente le suben la tortilla, el transporte, el gas, etcétera. y si gana los mismos seis mil pesos de hace dos años, ya no le alcanza para pagar como en meses previos porque se incrementó el costo de la vida”, sostuvo.

No hemos visto un tema de gente que pierda el empleo masivamente y que ya no pueda pagar la hipoteca, pero es un tema que preocupa para los próximos meses, señaló. El seguro de desempleo adherido al crédito, te funciona seis meses en términos generales, lo que es bueno, funciona, pero no es la solución de fondo a un riesgo debido a que nadie garantiza que en menos de seis meses una persona pueda encontrar un empleo con un ingreso similar al previo.

En este contexto, Guillermo Jiménez consideró que es un riesgo latente el que pueda incrementarse la cartera vencida en los créditos hipotecarios por el temor de un mayor desempleo.

¿Qué pasará con el otorgamiento de créditos?

Hay intermediarios que decidieron salirse, otros tomaron la política de hacerlo más restrictivo. “En términos de tasa de interés, en particular, en el corto plazo está resultando muy cara para el constructor, pero la tasa de largo plazo no ha tenido cambio”.

En materia de crédito individual, el costo del crédito hipotecario ha variado muy poco, no es un cambio radical, en cambio nuestro fondeo (financiamiento) para prestar al constructor “sí ha cambiado”.

“Yo veo para el futuro de corto plazo menos créditos individuales porque hay menos jugadores, menos intermediarios dispuestos a dar crédito, veo a Infonavit tomando una proporción mayor a la que tomó este año y el año pasado respecto al total del mercado”, sostuvo.

Sobre Finpatria en particular, señaló que se están enfocando a proyectos con desarrolladores profesionales, probados, y en mercados que conocemos, sin experimentar en segmentos que no conocemos. Y lo mismo en créditos individuales, somos estrictos en la selección, conocemos al cliente antes de firmar, pero la certidumbre sobre el cliente será mayor, apuntó. La crisis la debemos ver como una oportunidad, consolidar al mercado hipotecario y el mercado de los desarrolladores, y sin que ello signifique que van a sobrevivir los más grandes, sino los más profesionales, finalizó.