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El mundo nunca ha estado tan invertido en México y nuestro país nunca había planteado una amenaza potencial para el mundo como ahora. Los inversionistas extranjeros tienen en sus portafolios más de 140 mil millones de deuda mexicana y Trump, la inflación, la calificación crediticia y la economía mexicana plantean riesgos, de acuerdo con analistas de Bloomberg.

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Y es que prevén que cuando Donald Trump asuma el poder su agenda podría golpear a la segunda economía más grande de América Latina. De hecho, afirman, México ya está mostrando señales de tensión: la inflación está rebotando, el peso se ha desplomado a mínimos récord, y los principales analistas predicen más dolor. El gobierno ha reducido su pronóstico de crecimiento durante cuatro años consecutivos y el país está al borde de un recorte de la calificación crediticia.

Y aunque los analistas no anticipan una crisis, sí afirman que hay mucha preocupación en torno a que los retornos sean insuficientes por meses e incluso años por venir a medida que aumenta la volatilidad del peso.

En las últimas dos décadas, cuando el país se recuperó de la Crisis del Tequila y el Nafta la convirtió en una central de exportación, el gobierno trató de atraer a los inversionistas extranjeros. Sus miles de millones de dólares han sido una bendición para México, y los gestores de fondos se embolsaron retornos enormes con relativamente poca volatilidad, pero toda esa integración significa más riesgo si las cosas van mal. Y esa es precisamente la preocupación.

"Una amplia estabilidad del peso es un bien público global", dijo Alberto Ramos, economista latinoamericano de Goldman Sachs Group Inc. en Nueva York. "Tiene repercusiones e implicaciones en todo el sistema financiero e incluso en áreas del sistema financiero que no están directamente relacionadas con México".

Entre las mayores preocupaciones de los inversionistas está la inflación, Citigroup Inc. espera que los precios aumenten un 4.8% en 2017, la tasa más alta desde el 2008. Pero, dicen, incluso si México logra controlar la inflación y ninguna de las amenazas de Trump se cristalizan, persiste el riesgo de que las inversiones en pesos sean castigados por una preocupación más amplia sobre los mercados emergentes. "La parte no tan agradable es que ahora el peso necesita absorber los choques que quizás no están relacionados con México en absoluto", señaló Gabriel Casillas, de Grupo Financiero Banorte-Ixe.