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Los sectores Comercio y Servicio del país han sido afectados mientras el Manufacturero observa una evolución desfavorable, enfatizó el presidente del Comité del IMEF, Juan Pedro Treviño
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Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- La actividad económica en general en México está en fase de contracción, misma que se ha intensificado en los últimos meses y se mantendrá así por algún tiempo, alertó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). Los sectores Comercio y Servicio del país han sido ya claramente afectados por la situación global, mientras el Manufacturero observa una evolución desfavorable, enfatizó el presidente del Comité Nacional del Indicador IMEF, Juan Pedro Treviño Gutiérrez. La debilidad económica se ha agravado, aunque no se descarta una recuperación en la última parte del año, pero la mayor incertidumbre no permite hacer un pronóstico, advirtió en conferencia de prensa. Treviño Gutiérrez destacó que la recuperación de la economía mexicana dependerá de cómo se desempeñe la de Estados Unidos, y que tan eficaces resulten las medidas del presidente Barack Obama para revitalizarla. En febrero, el Indicador IMEF Manufacturero se ubicó en 43.9 puntos, una disminución de 4.4 puntos respecto a igual mes de 2008, con lo cual acumuló ocho registros consecutivos por debajo de los 50 puntos. Resaltó que la actividad manufacturera en Estados Unidos continúa en deterioro, lo que ha tenido impacto significativo sobre su contraparte mexicana en los últimos meses, con caídas cada vez más pronunciadas desde octubre pasado. Además, la tendencia de este indicador también continúa a la baja, y hasta el momento no hay evidencia de una eventual mejoría en este sector y en la industria en general. El directivo agregó que en el segundo mes del año el Indicador IMEF No Manufacturero presentó un comportamiento similar a su contraparte manufacturera, al descender 4.1 puntos respecto a febrero de 2008. Esto significa que las actividades de comercio y servicios se mantienen en franca contracción, ya que el nivel de febrero de este indicador es el segundo histórico más bajo. A la debilidad de la demanda externa se suma la contracción del mercado interno, por el deterioro de las condiciones de empleo y masa salarial y la menor disponibilidad de crédito, explicó Treviño Gutiérrez. Si esto se suma a la incertidumbre sobre la situación económica del país y de las familias, afecta el gasto de consumo y la inversión en el país, alertó el ejecutivo de finanzas.