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El peso mexicano se depreció 4.5% frente al dólar en las últimas seis sesiones, estableciendo un máximo de 20.7488 pesos por dólar.

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El peso cerró con una depreciación semanal de 3.56% o 70.7 centavos, cotizando alrededor de 20.58 pesos por dólar, siendo la mayor depreciación desde la semana terminada el 25 de septiembre del 2020. El tipo de cambio tocó un mínimo de 19.8388 y un máximo de 20.7488 pesos por dólar, nivel no visto desde el 29 de marzo.

Cabe mencionar que el peso mexicano acumula seis sesiones consecutivas de depreciaciones frente al dólar, en las que acumula una pérdida de 4.50%, marcando un cambio de tendencia al alza, que podría llevar a la paridad hacia el nivel de 21 pesos por dólar. Es importante recordar que el movimiento al alza del tipo de cambio inició desde el viernes de la semana previa, motivado por la publicación en Estados Unidos de la inflación de mayo que se ubicó en 5%, mientras que la inflación subyacente se ubicó en 3.8%, su mayor nivel desde abril de 1992.

Esta semana, la tendencia al alza del tipo de cambio se debió a un fortalecimiento generalizado del dólar estadounidense, que avanzó 1.96%, siendo su mayor incremento semanal desde septiembre del 2020. En la canasta amplia de 31 principales cruces la mayoría de las divisas con excepción del real brasileño perdieron terreno durante la semana. El desempeño del tipo de cambio durante la semana se debió a los siguientes factores:

  1. El dólar se fortaleció de forma significativa ante la expectativa de que la Reserva Federal podría adoptar una postura monetaria menos flexible en los próximos meses. En el anuncio de política monetaria del miércoles se destacó un ajuste al alza de las previsiones de crecimiento para 2021 de 6.5% a 7.0%, mientras que la previsión de inflación para 2021 fue revisada de 2.4% a 3.4%, siendo el cuarto incremento consecutivo de las expectativas de inflación para este año. Lo anterior envía la señal al mercado de que las presiones inflacionarias podrían no ser transitorias al grado que lo había señalado la Fed durante la mayor parte del año.

En el mismo comunicado el diagrama de puntos mostró que 13 de los 18 miembros del FOMC piensan que podría haber al menos un incremento de la tasa de interés en 2023 y 11 de 18 piensan que podrían ser al menos dos incrementos de 25 puntos base. Esto contrasta con la expectativa de marzo en la que solamente 7 de 18 miembros consideraba la posibilidad de un incremento a la tasa en 2023.

  1. Por la mañana del viernes el dólar mostró un fortalecimiento adicional, luego de que el presidente de la Fed de St.Louis, James Bullard, dijera que podría ser apropiado que la Reserva Federal comience a subir la tasa de interés el próximo año, de acuerdo con las proyecciones de inflación que se ubican por arriba del objetivo del 2%. De acuerdo con Bullard y sus proyecciones de inflación, el momento adecuado para subir la tasa sería hacia finales del 2022. Al igual que él, es probable que otros miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) muestren un lenguaje menos flexible sobre el futuro de la política monetaria.
  2. En la sesión del viernes expiraron simultáneamente opciones y futuros de acciones e índices, lo que se conoce como ‘Cuadruple  Witching Day’. Lo anterior acentúa la volatilidad de los mercados financieros y no solo del mercado bursátil, pues se realizan ajustes a portafolios de inversión lo que implica operaciones en el mercado de bonos, materias primas y de cambios. En la sesión del viernes la tasa de las Notas del Tesoro a 2 años mostró un incremento de 4.7 puntos base, tocando un máximo de 0.2824%, su mayor nivel desde el 7 de abril del 2020.
  3. En la semana se observaron pérdidas para los precios de algunas materias primas, principalmente metales industriales y productos agrícolas, lo que tuvo un efecto a la baja sobre las divisas de economías emergentes y productores de materias primas. En el mercado cambiario, las divisas más depreciadas durante la semana fueron: el rand sudafricano (-4.41%), el forinto húngaro (-4.15%), la lira turca (-4.03%), la corona noruega (-3.88%), el peso chileno (-3.58%), el peso mexicano (-3.56%), la corona sueca (-3.39%) y el peso colombiano (-3.35%).

En el mercado de materias primas, se observaron las siguientes pérdidas semanales: soya (-8.60%), maíz (-7.05%), trigo (-3.10%), paladio (-10.96%), cobre (-8.57%), platino (-9.06%), plata (-7.26%), oro (-5.71%), aluminio (-3.23%), gasolina (-0.94%) y gas natural (-2.49%).

Es importante mencionar que en la semana el euro cerró con una depreciación de 1.93%, en la posición número 17 entre las depreciadas cotizando en 1.1875 dólares por euro, mientras que la libra esterlina se depreció 2.06%, ubicándose en la posición 15 entre las más depreciadas y cotizando en 1.3817 dólares por libra. En la semana la libra tocó un nivel de 1.3795 dólares por libra, su peor nivel frente al dólar desde el 16 de abril, cuando tocó un nivel de 1.3727 dólares por libra. Además de las expectativas para la política monetaria de Estados Unidos, hay dos factores detrás de la depreciación de la libra que vale la pena señalar:

  1. Este viernes se publicaron las ventas minoristas de Reino Unido correspondientes a mayo, mostrando una disminución mensual de 1.4%, siendo el primer retroceso desde enero. La disminución se debe a una reasignación de gasto, luego de que se reabrieron restaurantes y otros servicios, por lo que la población redujo moderadamente su consumo de bienes en el mes.
  2. Un riesgo claro para la recuperación de Reino Unido son los casos de coronavirus, pues desde mayo han subido los nuevos contagios, desde niveles cercanos a 2,000 contagios diarios en los primeros días de mayo a más de 7,000 contagios diarios entre el 9 y el 15 de junio, registrándose 8,811 contagios el 16 y 10,811 contagios el 17 de junio, niveles que no se veían desde la última semana de febrero.

En la semana, el euro tocó un mínimo de 1.1848 y un máximo de 1.2147 dólares por euro. Por su parte, el euro peso tocó un mínimo de 24.0166 y un máximo de 24.6262 pesos por euro.