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Por su parte, en forma trimestral, reportó un crecimiento de 0.1%; por lo que se evitó un segundo trimestre consecutivo con contracción.

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El Producto Interno Bruto (PIB) de México registró una contracción de -0.7% en el segundo trimestre de 2019 (2T19) medido, respecto al mismo periodo del año pasado (cifras originales), para ser la primera contracción a tasa anual desde 2010; de acuerdo con cifras preliminares presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Por su parte, en forma trimestral reportó un crecimiento de 0.1%, por lo que se evitó un segundo trimestre consecutivo con contracción; toda vez que en el 1T19 se contrajo -0.2 por ciento. De esta manera se evitó entrar en recesión técnica. Considerando las cifras originales, durante los seis primeros meses del año en curso, la actividad económica del país reporta preliminarmente un crecimiento mínimo de 0.2%, al compararlos con el periodo similar de 2018.

Durante el 2T19 en particular, la actividad industrial resultó el principal lastre de la economía, por reportar una contracción de -2.8% a tasa anual; sin embargo, el sector servicios (terciario) tampoco contribuyó al crecimiento al mantenerse estancado y solo crecer 0.1% en términos anuales. El único sector con crecimiento fue el primario con un avance de 1.4% respecto al mismo periodo del año pasado.

De acuerdo con un análisis de BX+, “la caída anual con cifras originales reflejó, en cierta medida, el efecto estacional adverso por Semana Santa. Por sectores, la industria siguió mostrando debilidad, con énfasis en la construcción y la minería; los servicios expusieron una mejoría en el margen y mayor estabilidad; las actividades primarias se desaceleraron”.

Agregaron que “la elevada incertidumbre podría extender la atonía en la inversión, junto con una lenta normalización del gasto público. Lo anterior seguiría afectando actividades como la construcción, así como la generación de empleo y el consumo. Por ello, estimamos un rebote moderado en la actividad en el 2S19”. Los analistas de esta institución prevén que la incertidumbre se extenderá en el segundo semestre, lo que afectaría a la confianza, la inversión, la generación de empleos e, incluso, la política monetaria y el acceso al financiamiento.