|  
La crisis internacional es una oportunidad para que México se convierta en protagonista del nuevo escenario mundial, consideró hoy el presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) de México, Luis Rubio
151 No me gusta2
Por Notimex MADRID.- La crisis internacional es una oportunidad para que México se convierta en protagonista del nuevo escenario mundial, consideró hoy el presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) de México, Luis Rubio. Durante el encuentro de expertos titulado "Nuevo escenario mundial y nuevos protagonistas: Brasil, China, India y México", Rubio advirtió sin embargo que México debe velar por alcanzar una tasa de crecimiento de 8.0% en un contexto de prolongada recesión económica. Rubio aseguró que tanto los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), como México se concibieron en diferentes momentos de su historia como potencias del futuro, y "fueron uniendo un rompecabezas que les permite una posibilidad de éxito". "México es el país más chico, comparado con los otros cuatro, pero es el más rico en renta per cápita", explicó, y añadió que México basó su futuro en su situación geográfica, "lo que le llevó a una ruptura con el antiamericanismo". "La modernización de México es muy peculiar, acelerada, integral en algunos ámbitos. México logró reducir niveles de pobreza de forma significativa, y eso, fundamentalmente, se debió a las remesas", explicó. Añadió que México tiene "una economía dividida en dos grupos: el 80% de las empresas están anquilosadas y generan el 20 por ciento de la producción, frente a un 20% de empresas exitosas y exportadoras, que generan el 80%". El experto destacó la importancia del concepto de tasa compuesta de crecimiento, y explicó que México no debe estancarse en una tasa de 3.0%, sino que debe adoptar medidas dirigidas a alcanzar el 6.0 e incluso el 8.0%. "Ese es el reto. La crisis es un gran desafío, una oportunidad. México no tiene una integración muy elevada en los sectores automotriz o de construcción. Estos elementos harán más prolongada la recesión", dijo, y señaló la importancia del sector servicios. Interrogado sobre los principales retos a los que se enfrenta México, Rubio citó la disminución de los costos de operación en las empresas, y la desaparición de los monopolios. También habló de la necesidad de poner al ciudadano en el centro del sistema político. "En México hay un gran vacío, y es que no existe la posibilidad de reelección. Eso hace que los políticos no se impliquen", consideró. Finalmente, subrayó la importancia de flexibilizar el mercado de trabajo de tal forma que "permita la movilidad de los derechos laborales de una empresa a otra", y explicó que la pérdida de esos derechos es lo que promueve que la gente quede inmovilizada. Por su parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, explicó que el aumento del grado de desarrollo general de la población de Latinoamérica requiere una reforma en la formación de recursos humanos, así como en el ámbito político. "Existe un gran atraso en América Latina en cuanto a nivel de ingresos, que no se corresponden con los grandes avances que se llevaron a cabo en educación", dijo, y enfatizó la necesidad de que el sistema político sea capaz de dar confianza a la sociedad. Iglesias dijo que Brasil, China, India y México "no fueron parte del problema ?en referencia a la crisis económica internacional- pero sí lo son de la solución", y explicó que el futuro latinoamericano pasa por una serie de cambios. Citó al respecto la "consolidación de una nueva geografía de poder económico y social", de nuevas economías emergentes "muy vigorosas", y explicó que México, Brasil y Argentina constituyen las mayores potencias de la región. Iglesias se refirió también a la nueva arquitectura financiera internacional, que significará un cambio de poder económico así como del control de los organismos y el nacimiento de un nuevo orden comercial. "Reconocemos que habrá una mayor presencia del Estado en las políticas públicas" y un nuevo modelo de negocios, con un "periodo de cierre, fusión y creación de nuevas empresas en campos novedosos", como el enfocado a combatir el cambio climático. El secretario dijo que los países asiáticos se convirtieron para América Latina en una gran oportunidad y un gran desafío. En el caso de China destacó su exportación de materias primas, y en el de India, la tecnología y el sector servicios. "La transformación de la economía latinoamericana debe ir de la mano de las transformaciones en las relaciones internacionales", sostuvo, y matizó que "el desafío se centra en que no sean unas relaciones de tipo colonial". En su intervención, el secretario de Estado para Iberoamérica, el español Juan Pablo de Laiglesia, aseguró considerar plenamente "emergidos" a estos países que se califican de emergentes. "La crisis golpeó a una América Latina más preparada que nunca económicamente para afrontarla", con un contexto social en que se produjeron "sustanciales mejoras en los últimos años", pero donde siguen existiendo grandes desigualdades, dijo. De Laiglesia afirmó que para fomentar el desarrollo es imprescindible la integración regional, la búsqueda de una nueva arquitectura, continuar con las reformas estructurales, buscar vías alternativas y una mayor estabilidad que dé paso a la democracia.