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La dirección de las calificaciones soberanas de México y su respectiva `Perspectiva" dependerán en cierta medida de la respuesta política de las autoridades sobre las crecientes presiones económicas y fiscales que se enfrentan, estimó Fitch
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Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- La dirección de las calificaciones soberanas de México y su respectiva `Perspectiva" dependerán en cierta medida de la respuesta política de las autoridades sobre las crecientes presiones económicas y fiscales que se enfrentan, estimó Fitch. Recordó que en noviembre de 2008 revisó la `Perspectiva Crediticia" de las calificaciones de largo plazo de México tanto en moneda extranjera como en moneda local (`BBB+" y `A-`, respectivamente) a `Negativa" desde `Estable". Señaló que la débil perspectiva en el perfil macroeconómico del país así como crecientes presiones fiscales bajo un contexto de modesta flexibilidad externa y fiscal son factores que condicionan la calidad crediticia soberana de México. En el reporte "México: Deterioro en la perspectiva económica y crediticia", divulgado hoy, la agencia calificadora mencionó que para 2009 pronostica una contracción de 5.5% en el Producto Interno Bruto (PIB) de México y una modesta recuperación para el 2010. Fitch expuso que vería como factores negativos importantes desequilibrios económicos y financieros, mayor debilitamiento en el marco político y una inadecuada respuesta hacia las crecientes presiones fiscales. Contrariamente, añadió, los factores que podrían ayudar a revertir la Perspectiva Crediticia de México a `Estable" serían el progreso logrado en la reforma fiscal, entre otras, así como una exitosa administración para sortear la actual recesión global y crisis financiera sin alterar la credibilidad del marco político del país. En su reporte, la agencia estimó posible que las presiones en las finanzas públicas del país se incrementen durante 2010 ya que es probable que el gobierno mexicano no tenga acceso al mecanismo de cobertura sobre el precio del petróleo que implementó este año. Asimismo, indicó que los ingresos provenientes de impuestos no-petroleros serán también afectados por la contracción económica de 2009 seguida por una gradual recuperación durante 2010. Para contener mayores deterioros fiscales, una respuesta fiscal será necesaria en el año 2010. Además, la perspectiva para reformas políticas después que se celebren las elecciones del Congreso este 5 de julio permanece incierta mientras que la flexibilidad política es relativamente limitada para mitigar la exposición del país al desfavorable ambiente económico externo, concluyó.