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Por primera vez desde su creación, el Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) operará durante 2017 los tramos de gasoductos Jáltipan a Salina Cruz y el Lázaro Cárdenas a Acapulco, que representarán una inyección de recursos por alrededor de 1,099 millones de dólares, así como la operación de la construcción de 578 kilómetros, que representan 6% de la red nacional.

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El tramo Jáltipan, que se ubicará desde el sur de Veracruz al puerto de Salina Cruz en Oaxaca, será un gasoducto con 247 kilómetros de longitud que iniciará operaciones en 2019, y que llevará el combustible desde el Golfo, a la industria que rodea a la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) a través del Istmo de Tehuantepec.

Se espera que la obra pueda ser licitada en colaboración con el gobierno estatal, donde cabe la posibilidad que el Sistema Nacional de Transporte de Gas Natural (Sistrangas) gestione dicho tramo.

Para que se pueda realizar la licitación, Cenagas recibirá el apoyo estatal de Oaxaca para buscar apoyo del empresariado local a lo largo de seis municipios, mientras que también se buscará un acercamiento con el gobierno de Veracruz, ya que el ducto atravesará también cuatro municipios veracruzanos.