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El Banco destaca que en México, las inversiones estuvieron impulsadas principalmente por el desarrollo de 4,269 millones de dólares en gasoductos de gas natural.

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Según el análisis “Private Participation in Infaestructure (PPI) 2020 Annual Report”, que elaboró el Banco Mundial (https://ppi.worldbank.org/en/ppi) se destacó cómo la caída (tomando solamente inversión en infraestructura de gasoductos) cayó dramáticamente al iniciar el periodo de la crisis por el Covid-19.

“Impulsado principalmente por el desarrollo de 4 mil millones de dólares en gasoductos, México tuvo el mayor nivel de inversiones de LAC en Participación Privada en Infraestructura (PP) al primer semestre de 2020. Sin embargo, logró agregar solo 255 millones de PPI en el segundo semestre de 2020”.

El documento agrega que hasta el gobierno anterior, de Enrique Peña Nieto, México había sido anteriormente el principal destino de energía renovable “pero no fue el caso en 2020”.

El Banco, que retoma datos del Centro Nacional de Control de Energía de México (CENACE), destaca que este “organismo emitió una resolución (..) que tuvo un impacto negativo significativo sobre la rentabilidad y viabilidad de múltiples parques de energía solar y eólica en México. México tuvo solamente 212 millones en proyectos renovables en 2020, desde los 2,700 mil millones en 2019 y los 3,600 millones de dólares en 2018 (con el gobierno de Peña Nieto)”.

Lo anterior significaría que la inversión en infraestructura cayó prácticamente 94.2% solamente en ese sector, aunque por otro lado, argumenta que también se debió al efecto colateral de la crisis:

“La pandemia ha afectado todos los sectores de la economía, incluida también la participación privada en infraestructura (PPI) que ha sufrido la “carga viral” de la covid-19 en 2020. Ante las necesidades sin precedentes en materia de salud, empleo, nuevos formatos educativos, entre otros, era de esperar que los compromisos de inversión privada en sectores como transporte y energía disminuyeran”.

El análisis detalla la creciente incertidumbre en medio de la pandemia, la cual ha incrementado el riesgo para el sector privado en áreas clave de la infraestructura, especialmente el transporte, aunque se espera que haya un repunte en el segundo semestre de 2020.

El análisis del BM destaca que la región de Latam y el Caribe, pesar de la caída, logró 14,000 millones de dólares en inversión privada en infraestructura de todas las regiones del mundo, en los que los flujos disminuyeron un 54% con respecto a 2019 y un 48% en relación con la media de los últimos cinco años.

Según se destaca, de los países con mayor inversión privada, Brasil lideró con 55% de las inversiones en la región y México recibió el 30%. Otros países con transacciones considerables fueron Argentina, Colombia, El Salvador, Honduras y Perú.

En el caso de Brasil, el país enfocó sus esfuerzos en vender activos controlados por el Estado y formar asociaciones con empresas para disminuir la carga del sector público y aumentar las inversiones privadas en infraestructura. Por ejemplo, un fondo de inversión privado de Brasil adquirió las acciones de una empresa estatal de telecomunicaciones, Copel Telecomunicações.

En México, las inversiones estuvieron impulsadas principalmente por el desarrollo de 4,269 millones de dólares en gasoductos de gas natural. Allí se dio el nivel más alto de inversiones privadas en infraestructura en el primer semestre de 2020 en la región.

Nuevos datos del Banco Mundial muestran que a nivel global, aunque haya sufrido una caída histórica en el primer semestre de 2020 debido a la pandemia, la participación privada en infraestructura en los países en desarrollo experimentó un repunte muy modesto en la segunda mitad del año. La caída del 56% en el primer semestre con respecto al año anterior se moderó hasta el 52% en todo el año. Los compromisos de inversión en infraestructuras en 2020 ascendieron a 45.700 millones de dólares en 252 proyectos en los países en desarrollo.

En cuanto a países, Brasil, China, India y México mantuvieron sus posiciones entre los países con los cinco principales compromisos de inversión, con Brasil ocupando al primer lugar, con 7,700 millones de dólares.

El estudio destacó además que el sector energético superó al de transporte en 2020, ya que atrajo 29,800 millones de dólares en inversiones en 145 proyectos, lo que representa el 65% de la cifra global.

La energía renovable continuó dominando las inversiones, ya que 62% de los proyectos de generación eléctrica fueron en el sector de renovables, siendo el más popular la energía solar.

Finalmente, el BM destacó que los compromisos de inversión en el sector transporte totalizaron 10,500 millones de dólares en 41 proyectos, pero 78% menos que en 2019.

Con información de El País y Banco Mundial