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La nueva refinería Dos Bocas, el AIFA, Tren Maya o el CIIT contribuirán a la integración de la región en las cadenas de valor globales.

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La consultora Oxford Business Group (OBG) destacó el ‘impacto económico positivo’ de megaproyectos de infraestructura de la actual administración, como la nueva refinería Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Tren Maya y el Corredor Interoceánico-Istmo de Tehuantepec (CIIT).

Y aunque estos proyectos de infraestructura reciben críticas por la concentración del presupuesto público y e impacto ambiental, OBG señaló que la inversión público-privada en ellos contribuirá a la integración de la región en las cadenas de valor globales y a la reducción de las diferencias regionales.

Harry Van Schaick, editor regional de OBG en América Latina, señaló que “las inversiones en infraestructura y tecnología que planea México tienen el potencial de acelerar el crecimiento económico en estas dos áreas cuya actividad se vio ralentizada debido a la crisis”.

Hace unos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó en conferencia de prensa que las empresas que quieran ocupar un espacio en los diez parques industriales del CTIT  recibirán subsidios fiscales.

En el ‘Covid-19 response report’, la firma también consideró clave el ritmo de vacunación para la recuperación económica de México, pero también la capacidad de abordar sus "vulnerabilidades y desigualdades estructurales".

Además, enunció las “políticas fiscales caracterizadas por su austeridad” y el haber mantenido “una economía abierta durante la pandemia” para conservar la actividad económica en áreas fundamentales como el turismo, la manufactura y el comercio exterior.

La apertura permitió que México se convirtiera en el tercer país más visitado en medio de la pandemia, recordó la consultora. También observó una recuperación de la industria automotriz, que será muy importante para la salud del sector manufacturero, a largo plazo, y de la economía en general.

"La digitalización en varios sectores, tal como el sector energético y bancario, pueden corregir vulnerabilidades estructurales en el país y aprovechar nuevas tendencias económicas globales", añadió Van Schaick, en una publicación de Milenio.