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Las empresas productoras de petróleo y que son de gobierno, buscan subir más su producción por lo rentable del mercado en este momento.

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Mientras se acerca una escasez de energéticos en Europa, los grandes países productores de petróleo, se enfrentan a un escenario de crecimiento y al mismo tiempo, de búsqueda de bajar las emisiones de carbono.

En este escenario, Joe Biden ha aceptado la idea de que Estados Unidos dependerá más del petróleo extranjero en los próximos años. Su gobierno ha recurrido a la OPEP y sus aliados para estimular la producción con el fin de bajar los precios del petróleo y la gasolina, aunque busca limitar el crecimiento de la producción de crudo y gas en tierras y aguas federales.

En un despacho del analista Clifford Krauss, el influyente rotativo afirma que “Biden quiere que el mundo se aleje de los combustibles fósiles y, a la vez, busca proteger a los estadounidenses de un aumento en los precios de la energía. A corto plazo, es difícil lograr ambas metas porque la mayoría de la gente no puede remplazar con facilidad los autos de motor de combustión interna, las estufas de gas ni otros productos basados en los combustibles fósiles con versiones que funcionen con electricidad generada en turbinas de viento, paneles solares y otras fuentes renovables de energía”.

Presión de inversión y no contaminar

Además, las petroleras están bajo presión de inversionistas y los activistas ambientales que están exigiendo una transición a energías limpias, y esto ha llevado a que algunos productores estadounidenses no invierten más porque temen que los precios del petróleo vuelvan a caer o porque los bancos y los inversionistas están menos dispuestos a financiar operaciones (…) por lo que invierten menos en nuevos yacimientos de petróleo y gas.

Esto crea un ambiente para las petroleras de Estado.

Saudi Aramco, el principal productor de petróleo en el mundo, planea aumentar al menos 1 millón de barriles al día para llegar a 13 millones en 2030.

En 2021, Aramco aumentó en 8,000 millones de dólares su inversión en exploración y producción, para alcanzar un total de 35,000 millones de dólares.

“Estamos capitalizando la oportunidad”, dijo el director ejecutivo de Aramco, Amin Nasser, a un grupo de analistas financieros. “Estamos intentando beneficiarnos de la falta de inversiones por parte de los actores importantes en el mercado”.

Aramco cuenta con enormes reservas sino que puede producir petróleo de manera mucho más barata porque es relativamente fácil de extraer del subsuelo.

Más petróleo de Medio Oriente

Además, petroleras estatales en Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Libia, Argentina, Colombia y Brasil quieren aumentar la producción, ya que si el petróleo y el gas natural permanecen altos o aumentan, más naciones productoras se sentirán tentadas a incrementar el suministro.

Se estima que para 2040, la participación en el mercado mundial del petróleo de las 23 naciones que pertenecen a la OPEP Plus y de países aliados como Rusia y México, pasará de 55% a 75%, según Michael Lynch, presidente de Strategic Energy and Economic Research en Amherst, Massachusetts, y asesor de la OPEP.

“Depender en exceso del petróleo extranjero puede ser problemático porque puede limitar las opciones de los formuladores de política de Estados Unidos”.

Recientemente, Qatar Energy invirtió en varios yacimientos en África, mientras que la empresa nacional de gas de Rumania le compró un bloque de costero a Exxon Mobil.

Por su parte, Kuwait anunció en septiembre que planeaba invertir más de 6,000 millones de dólares en exploración durante los próximos cinco años para subir su producción de 2.4 millones actuales a 4 millones de barriles al día.

Este mes, los Emiratos Árabes Unidos, un importante miembro de la OPEP que produce cuatro millones de barriles de petróleo al día, informó que bajaría sus emisiones de carbono para 2050.

Irak, el segundo mayor productor de la OPEP después de Arabia Saudita, busca subir la producción a ocho millones de barriles por día para 2027, desde los 5 millones de barriles diarios.

Finalmente, Libia buscaría subir su producción de 1.3 millones de barriles por día a 2.5 millones para 2027.

Con información de The New York Times