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El llamado e-commerce o comercio electrónico o por internet desde hace unos años empezó a cambiar la venta y la compra de productos y servicios. Con la globalización se está registrando un ataque agresivo a empresas en los centros comerciales que no estaban preparadas para competir en un entorno que exige, como mínimo, especialización, recursos económicos, dominio de idiomas y una gestión flexible.

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Lo anterior pone en una posición destacada el uso del teléfono móvil, que da una vuelta de tuerca a las empresas, exigiéndoles mucho más si no quieren verse en peligro de quiebra.

Ambos fenómenos dan lugar a una gran ventaja para el consumidor final como es el consumir más por menos precio, obtener más productos por el mismo precio, andar a la última moda gastando, más o menos, lo mismo y la capacidad de elegir lo que quieres entre una mayor variedad de productos y marcas.

El formato de las subastas online, fenómeno que procede de Estados Unidos es sobre marketing de ventas contra marketing online, y lleva gran delantera al resto del mundo.

La psicología de la compra, descuentos increíbles por ser inalcanzables en la venta tradicional, la variedad de productos, la diversidad de sectores, y sobre todo la diversión en la forma de comprar, es algo que al consumidor le gusta y le motiva.

Como muestra, las subastas online en España han aterrizado en un concepto que tiene el centro de atención en el portal winbybid.com que ha salido al mercado en formato de pruebas, en la que cualquiera se puede registrar y probar sin gastar un peso, a la vez que se entrena personalmente en la estrategia a utilizar para la realización de una compra.

Las subastas operan con un precio inicial de compra o adjudicación de un producto y empieza desde cero euros (para el caso local), donde cada puja aumenta dicho precio de compra, y tiene una duración determinada que lo marca un reloj de cuenta atrás, con un precio máximo de compra que asegura un ahorro sobre el precio al público de 80%, además que ofrece la opción de comprar un producto mediante el método tradicional, a través de tarjeta de crédito, a precios que se pueden encontrar en cualquier centro comercial.

Con información de Mundiario de España