Dentro de Grupo Financiero Inbursa, el crecimiento sostenido tiene un cimiento firme: su gente. A lo largo de seis décadas, miles de colaboradores han aportado talento, servicio, compromiso y visión para convertir al Grupo en una de las instituciones más sólidas y eficientes del mundo.
INBURSA celebra no solo cifras financieras que lo colocan entre los más grandes del país, sino también lo fundamental: las personas que han hecho posible su expansión. La historia de Grupo Financiero INBURSA está anclada en un capital humano que se forma, se desarrolla con promociones internas y se arraiga.
Las políticas de movilidad, capacitación y pasión por su trabajo, han convertido a la plantilla en el motor de continuo crecimiento. A la fecha, INBURSA cuenta con 10,012 colaboradores, de los que 51% son mujeres, registrando un aumento de plantilla del 8.6% respecto a 2024 (796 colaboradores adicionales), con la incorporación de Cetelem como principal impulsor de ese crecimiento.
La política de movilidad interna es uno de los rasgos que más contribuye a la permanencia del talento. INBURSA define la movilidad como cambios laterales y de crecimiento profesional y establece que todos los puestos de nivel medio hacia arriba deben cubrirse con talento interno. Por ejemplo, este año, a junio de 2025 se reportaron 660 movimientos (promociones y cambios laterales), lo que demuestra una apuesta por el desarrollo desde adentro y un camino claro de carrera para quienes desean crecer en la organización. Esta práctica refuerza la cultura corporativa.
Invertir en capacitación no es solo productividad: es retención estratégica, y acceso a más oportunidades.
La formación continua es otra columna vertebral. El Grupo desplegó programas mixtos (aula virtual y e-learning) que, en el transcurso del 2025, suman 16,373 en aula virtual y 94,895 en e-learning —con una participación equilibrada entre mujeres y hombres—. Los cursos cubren desde producto y normativa, hasta habilidades técnicas y bienestar social, lo que facilita la adaptación a un entorno financiero cada vez más digital y regulado. Invertir en capacitación no es solo productividad: es retención estratégica, y acceso a más oportunidades.
La apuesta por el bienestar y condiciones que faciliten la vida diaria del colaborador también está presente en medidas concretas: programas de reubicación que han beneficiado a 1,129 empleados, comedores con “Distintivo H” renovado en 2024, vales optométricos, torneos deportivos y un esquema de becas para empleados y sus hijos.
La visión del liderazgo refuerza este enfoque: Marco Antonio Slim Domit subraya que “lo que hace la diferencia es el equipo”.
La movilidad interna, formación continua, y un liderazgo que valora al equipo han construído una institución con rutas de crecimiento y permanencia.
Para Slim Domit, el acceso a herramientas como la inteligencia artificial y el fortalecimiento de la función tecnológica son claves para que el personal se transforme y evolucione junto con la compañía. Esa visión de liderazgo que prioriza el desarrollo interno explica la coherencia entre los principios del Grupo, la estrategia corporativa y políticas de capital humano.
Finalmente, la estructura de compensación y reconocimiento acompaña este ecosistema, con remuneraciones que contemplan sueldos competitivos, prestaciones y bonos variables por productividad para puestos de dirección.
La movilidad interna, formación continua, y un liderazgo que valora al equipo han construido una institución donde las personas encuentran rutas de crecimiento y permanencia. Para el sector financiero, donde la retención de talento especializado es clave, el modelo de INBURSA demuestra que invertir en personas es la mejor estrategia para garantizar el servicio, el crecimiento, y marcar la diferencia.
Texto:Real Estate Market & Lifestyle