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Dentro de la historia del arte, se considera  al renacimiento como uno de los periodos de mayor crecimiento cultural y artístico. Dentro de éste, se puede reconocer a Rafael como uno de sus exponentes más brillantes

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Reunidas por primera vez en 500 años

Dentro de la historia del arte, se considera  al renacimiento como uno de los periodos de mayor crecimiento cultural y artístico. Dentro de éste, se puede reconocer a Rafael como uno de sus exponentes más brillantes; pues tanto en sus pinturas, como en sus esculturas, grabados y arquitectura, se muestra el perfecto equilibrio entre la técnica, la proporción y la belleza, que caracteriza a todo el arte de esta época.

 

 

 

Así, el museo V&A de Londres anunció recientemente que en septiembre de 2010, por primera vez tendrá en exposición la colección completa  y original de los tapices y dibujos que Rafael realizó para la Capilla Sixtina. Esta exposición se hará en ocasión a la visita que realizará el Papa Benedicto XVI a Inglaterra y a  Escocia en el siguiente mes.  

Estos tapices fueron encargados a Rafael por el Papa León X, como una colección para adornar la capilla Sixtina, dos años antes de que Miguel Ángel pintara el techo de ésta. Sin embargo, estas obras jamás pudieron exponerse juntas. Así, comisionados por este Papa aproximadamente hace 500 años, y comparables a la obra maestra que es el techo de la Capilla Sixtina, pintada por Miguel Ángel, las tapicerías de Rafael son presentadas en su conjunto por primera vez  en este país.

Estas tapicerías de valor incalculable representan algunos de los pasajes más importantes de la Biblia, así, ésta colección está formada por: La pesca milagrosa, El Encargo de Cristo a Pedro, La Curación del inválido y el Sacrificio de Listra. Todos estos, fueron tejidos en Bruselas, dentro del taller del pintor Flamenco Pieter van Aels, siendo éste el taller de tejidos más moderno de Europa durante el siglo XV. Estas tapicerías, al ser completadas, fueron llevadas de vuelta a Roma para ser expuestas dentro de la Capilla Sixtina. Desafortunadamente, Rafael jamás pudo admirar los dibujos y las tapicerías, ya que los dibujos permanecieron en Bruselas por el resto de su vida.

 

 

Por poner un ejemplo de la importancia y el gran valor artístico que tienen estos tapices, se describirán dos de ellos aquí, con el fin de mostrar tanto la intención de la obra, como su  belleza. El tapiz que contiene el dibujo de El Milagro de los Peces, muestra a Pedro  y a Jesús en una barca, con su red llena de peces.  A su vez,  muestra a los otros pescadores fascinados ante tal milagro, ya que durante toda la noche no habían podido pescar nada. Esta imagen enseña el milagro que Jesús confirió a Pedro, a cambio de su confianza, y la intención que tenía al haber sido diseñada para adornar las paredes de la Capilla Sixtina, era la de motivar la fe en la Iglesia y en los Apóstoles.

Igualmente, el tapiz que contiene La Curación del Leproso, representa otro de los pasajes de la Biblia dónde Jesús cura a un hombre enfermo de Lepra que tenía fe en él. Este hecho, dentro de la misma imagen representa un milagro para las personas que veían tal suceso, pues normalmente se creía que esa enfermedad no tenía cura. De modo que, puede verse que la intención que se tenía  en esta obra era similar a la anterior, pues con ella se quiere mostrar pasajes que describan el proceso en el que se difundió en sus inicios la fe de Cristo, y la importancia que tuvieron los apóstoles en la formación de la Iglesia.

 

 

El respeto que se le tenía a estas tapicerías era profundo, y varios monarcas Europeos, entre ellos Enrique VIII, solicitaron copias de estas basándose en los dibujos que residían en Bruselas. Años después, en 1623, Carlos I de Inglaterra, en ese entonces el Principe de Gales, ordeno que los dibujos fueran transportados a Inglaterra, ya que el también solicito copias personales de las tapicerías. Estas fueron tejidas dentro del taller de Mortlake, y los dibujos jamás volvieron a residir en tierras Belgas.

Aun cuando las tapicerías de Rafael fueron saqueadas durante el Saco de Roma en 1527, el Vaticano pudo recuperar las tapicerías que se encontraban regadas por el continente Europeo. Los dibujos se convirtieron en propiedad de la Corona Inglesa y, aunque le pertenecen a la Reina de Inglaterra, han residido dentro del Victoria & Albert Museum desde que la Reina Victoria permitió prestarlos en 1865.

 

 

Los dibujos fueron pintados sobre varias hojas de papel sujetadas por pegamento , para luego ser montadas sobre lienzos. Miden aproximadamente 3 metros de alto, y de 3 a 5 metros de ancho; por ende, las figuras en los dibujos son varios centímetros más altos que una persona de tamaño promedio. Aunque algunos de los colores se han desteñido, los dibujos, en general, se mantienen en buen estado. Aun así, no han sido removidos del museo a otras locaciones ya que han sido catalogados como objetos de gran valor histórico, y no aptos para ser exhibidos en otros museos. El diseño de cada dibujo corresponde, en cada punto, pero en reversa, a la tapicería que le corresponde. Los tejedores cortaron los dibujos de Rafael en tiras y copiaron estas minuciosamente, tejiendo cada tapicería por el lado trasero.  La imagen de frente era, entonces, el reverso de la imagen del dibujo. Las tiras fueron entonces ensambladas juntas, y se convirtieron en grandes obras de arte por sí mismas.

La exhibición ha sido descrita por Mark Jones, Director del Victoria & Albert Museum, como, “una maravillosa oportunidad para ver grandes obras maestras del Renacimiento reunidas por primera vez en 500 años. Estamos profundamente felices de tener la oportunidad de exponer estas importantes obras dentro de nuestra Galeria de Rafael.”

Las obras serán expuestas por un periodo de seis semanas, comenzando el 8 de septiembre, para coincidir con la visita del Papa Benedicto XVI.