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Un recorrido atemporal a través de doscientas obras que te trasportan a la realidad creada por el artista.

 

 

Un recorrido atemporal a través de doscientas obras que te trasportan a la realidad creada por el artista.

En medio de lo absurdo, detrás de la imaginación, en el inconsciente de la mente, entre la realidad y la ficción, renace Salvador Dalí; regresa a través de su obra para recordarnos que aún existe la posibilidad de reinventarnos, recrear lo concreto y fusionar la creatividad con el pensamiento.

Apoco más de una distancia de treinta años desde la última ocasión en que se presentó en París una retrospectiva del polémico Dalí debido a la dudosa y muy cuestionada postura política que declaraba el artista, quien a veces se afirmaba apolítico y otras franquista-, sucedida en el año de 1979 y la cual, impuso récord de público con cerca de 900 mil visitantes; vuelve a la “Ciudad de la Luz” para exponer el surrealismo desde la visión del excéntrico pintor, iniciando su exhibición desde el pasado 21 de noviembre y hasta el 25 de marzo de 2013 en el Centre George Pompidou lo que sus organizadores llamaron la “bulimia creativa” de Salvador Dalí.

 


Le Grand Masturbateur [The Great Masturbator], 1929
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia
© Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí

 

Al respecto del largo trecho entre una exposición y otra, Manuel Borja Villel -director del museo madrileño Reina Sofía, segunda sede de esta gran muestra-, indicó que, además de que el guionista y también escenógrafo era un personaje incómodo; era necesario que pasara todo este tiempo, para que “se pudiera tener una cierta distancia de la violencia de esa época, para poder consagrarle a Dalí una obra como ésta”.

Para que esta gran retrospectiva se lograra llevar a cabo con éxito, se necesito de la dedicación por parte de sus principales coordinadores, quienes desde hace tres años sumaron esfuerzos para la realización de previos estudios parciales acerca de Salvador Dalí, sobre su obra y vida; así como la exhaustiva recaudación del material, tanto conocido como inédito del artista.

El montaje de ambas exposiciones, ha sido posible gracias a sus principales organizadores; el Centre George Pompidou, la Fundación Dalí, el museo Reina Sofía y el Museo Dalí de Saint Petersburg; quedando bajo la comisión de Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos, –quien opinó que esta exposición hace explícito un Dalí precursor del uso de los “mass media” para aproximar su obra al público y, de quien señaló, Andy Warhol fue un gran admirador–; Jean-Michel Bouhours, conservador del Museo Nacional de Arte Moderno/Centro de Creación Industrial de París, y Thierry Dufrêne, profesor de historia del arte contemporáneo en la Universidad París Oeste Nanterre, con Jean-Hubert Martin como comisario general, quien fuera director del Museo Nacional de Arte Moderno de París.

 

Center George Pompidou en París alojará las obras de Salvador Dalí, casa ideal para el surrealismo.
Center George Pompidou en París alojará las obras de Salvador Dalí, casa ideal para el surrealismo.

 

Así pues, desde el pasado mes de noviembre del 2012, y hasta finales de marzo de 2013, se exhibirá en en Centre George Pompidou, una espectacular retrospectiva del autor de “El gran masturbador”, para después trasladarse al Museo Reina Sofía, en Madrid, del 23 de abril de 2013 al 02 de septiembre de 2013, donde tendrá su fin.

Ambas muestras no solo se presentan seductoras y prometedoras, sino además, ofrecerán diferentes visiones del artista; la primer muestra, en el Centre Pompidou, contará con la escenografía diseñada por el arquitecto Óscar Tusquets –miembro de la Fundación del escultor, y nombrado por él mismo–, la cual respeta la idea original que tuvo el marqués de Dalí y de Púbol en ese mismo lugar en 1979.

Exponiendolos cuadros como en un foro, dejando los centros vacíos; mientras que la segunda muestra, que ocurrirá en el museo Reina Sofía, presentará una “nueva lectura de Dalí, tanto cronológica como temática, donde se expone a un Dalí pionero de los happenings y performances.

La exhibición de las más de doscientas obras dalinianas, entre pinturas, fotografías, ilustraciones para revistas de moda, esculturas y dibujos, así como por piezas de sus contribuciones al cine; ha sido posible gracias a las aportaciones procedentes de la Fundación Gala Salvador Dalí, de Figueras; museos Reina Sofía, de Madrid, y Saint Petersbug, de Florida -los tres organizadores de la gran retrospectiva-; además de la colaboración del MoMa de Nueva York, que aportó uno de sus más valiosos tesoros “La persistencia de la memoria”, y la construcción blanda de judías hervidas “Premonición de la guerra civil”, además de colecciones privadas; que en conjunto, provocarán –como siempre lo han hecho– más allá de nuestros cinco sentidos, revelando realidades y ficciones, deseos, sueños y pasiones unidos. 

Dalí, el artista que rompió esquemas y combinó tendencias, el inventor del método paranoico-creativo y quien vio el arte como un acto de comunicación global; hoy espera proyectado en posición fetal en una estructura con forma de huevo –símbolo en sus obras de la vida prenatal, nacimiento, esperanza y amor– dando la bienvenida a su exposición, haciéndose presente para repetirnos que “Dalí es inmortal y no morirá”.

 

Persistance de la mémoire [Persistence of Memory] <br /> 1931, Museum of Modern Art (MoMA), New York, USA <br /> © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí
Persistance de la mémoire [Persistence of Memory]
1931, Museum of Modern Art (MoMA), New York, USA
© Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí

 

Dalí, el artista que rompió esquemas y combinó tendencias, el inventor del método paranoico-creativo y quien vio el arte como un acto de comunicación global

 

Salvador, el inmortal Dalí

 

Locura y delirios, sueños y deseos.

Cuando se trata de hablar sobre surrealismo, es inevitable vislumbrar los característicos bigotes de quien se atrevió a derretir el tiempo en protesta de su relatividad. Salvador Dalí, el  excéntrico y siempre polémico desde aquel 11 de mayo de 1904, fecha de su nacimiento en Figueras, muy cerca de Francia; marcado desde entonces por un acontecimiento que en ocasiones le hizo perder el suelo. Su hermano mayor murió nueve meses antes de su nacimiento, y su padre y madre le dijeron que en él había renacido el hermano muerto:

“Nos parecíamos como dos gotas de agua, pero dábamos reflejos diferentes. Mi hermano era probablemente una primera visión de mi mismo, pero según una concepción demasiado absoluta”.

Por ese hecho Dalí muchas veces creyó no ser él y sí el primogénito, y quizá desde entonces creyó en el infinito, en la reencarnación, en lo místico y en lo eterno.

Para 1922 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y destacó entre sus compañeros por su gran ingenio. Vestía siempre extravagante, al estilo victoriano, siempre llamativo, todo un dandi modelo. Enseguida se hizo amigo de García Lorca y Luis Buñuel, con quienes colaboró más tarde en proyectos que hasta hoy dejan ver el sello más puro de su estilo y de todo lo que llego a ser.

 

Self-portrait with Raphael’s neck, c. 1921 <br /> Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres <br />© Salvador Dalí, Adagp, Figueres, Paris, 2012
Self-portrait with Raphael’s neck, c. 1921
Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres
© Salvador Dalí, Adagp, Figueres, Paris, 2012

 

Fue de la Academia expulsado cuando dijo a sus consejeros que no podían examinarlo, y así desarrolló su labor de artista dentro de un grupo parisense que del surrealismo fueron protagonistas.

Entonces fue que se adentró a esta corriente por completo. Experimentó con diferentes técnicas y en diferentes artes se fue desenvolviendo. Pero más tarde fue André Bretón quien lo expulsó del surrealismo, por considerar que su personalidad, modos de vida y amigos, discrepaban con ese estilo. Salvador Dalí no hizo esperar su gran respuesta: “Yo soy el surrealismo”.

Atrapó imágenes de sus sueños y con ellas enriqueció, creó y transformó realidades; se sumergió en el inconsciente convirtiéndose en el gran provocador y seductor de la mente. Polimorfo, perverso y poeta, encantador y todo un déspota; surrealista, loco, monárquico y divino; llenó de simbología cada una de sus obras y en ellas impregnó la máxima esencia de ser Salvador Dalí.

 


Texto:Alin Rivas