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La estabilidad económica, el buen comportamiento de los portafolios y la fuerte competencia entre los bancos, son los principales factores que determinan que el costo hipotecario —medido por la tasa de interés— se mantenga en niveles accesibles.

Las condiciones estructurales y tendencias del mercado de vivienda con una expectativa de mediano y largo plazo, generan grandes oportunidades para el mercado hipotecario nacional, pero también retos importantes.

La demanda por hipotecas está en el nivel más bajo de los últimos seis años. Hay una disminución en la colocación de nuevos créditos bancarios y en el ritmo de crecimiento del saldo de la cartera de crédito a la vivienda al primer semestre de 2018.

La política monetaria restrictiva que aplica el Banco de México (Banxico) —que no es más que el aumento en las tasas de interés de referencia— ha impactado parcialmente el costo del crédito hipotecario que ofrece la banca.

El principal problema que generó la construcción masiva de viviendas a partir del año 2000, fue que no se realizó cerca de centros laborales ni contaba con servicios, transporte, ni escuelas. Cientos de fraccionamientos se despoblaron. Actualmente las nuevas políticas que aplican bancos y la principal hipotecaria del Gobierno Federal buscan subsanar errores.