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La caída que registró el PIB en el primer trimestre del año de 8.2%, no altera las perspectivas de recuperación de la economía mexicana a lo largo de 2009, apoyadas por un mejor entorno global
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Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- La caída que registró el PIB en el primer trimestre del año de 8.2%, no altera las perspectivas de recuperación de la economía mexicana a lo largo de 2009, apoyadas por un mejor entorno global, afirmó el grupo financiero BBVA Bancomer. Sostuvo que dichas expectativas se basan en un escenario de recuperación de la demanda externa, fundamentalmente de Estados Unidos y de la mejora de las condiciones globales de financiamiento. "Ello se apoya en el impacto de las políticas de soporte a la demanda y de saneamiento del sistema financiero implementadas", apuntaron los analistas del Servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer, Julián Cubero Calvo y Cecília Posadas Pérez. En su opinión, ya se observan en México algunos signos de menor ritmo de deterioro en algunas variables económicas como la inversión en marzo y la confianza del consumidor y empleo en marzo y abril, influidos por mejores datos de actividad en Estados Unidos. No obstante, los especialistas subrayaron que el episodio de influenza tendrá efectos negativos en la actividad económica de México en los trimestres segundo y tercero. "Aunque de incierta magnitud todavía, parece razonable esperar que éstos sean impactos de corto plazo y limitados; con una rápida recuperación posterior, como muestra lo ocurrido en eventos similares" como el episodio del SARS en 2003 en Asia. Sin embargo, Cubero Calvo y Posadas Pérez señalaron que ante el punto de partida más bajo de lo previsto en el primer trimestre, aunado al probable efecto del brote de influenza, aumentan la probabilidad de que el ajuste de la economía este año sea algo más intenso que lo esperado hasta ahora. Subrayaron que en el primer trimestre del año destacó el desplome de las actividades de servicios, de modo coincidente con el sector industrial, las más directamente expuestas al origen foráneo de la crisis. Así, la industria tuvo el peor desempeño de la serie histórica, acorde con el ritmo e intensidad de la caída de la demanda externa, su principal determinante.