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Aunque las secuelas de la pandemia persisten, la región tiene una necesidad urgente de un crecimiento dinámico, inclusivo y sostenible.

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Las economías de América Latina y el Caribe (ALC) van camino a una recuperación tras la crisis de covid, y aunque las secuelas de la pandemia persisten, la necesidad de un crecimiento dinámico, inclusivo y sostenible es cada vez más urgente.

Para evitar el regreso de las bajas tasas de crecimiento de la década de 2010, los países de la región deben realizar una serie de reformas estructurales postergadas y aprovechar las oportunidades que ofrece una economía mundial cada vez más verde.

Especialistas del Banco Mundial (BM) en la región dijeron que el entorno mundial de gran incertidumbre impactaría en la recuperación post pandemia: A largo plazo los desafíos del cambio climático serán aún más apremiantes.

 

 

De acuerdo con un informe del banco, es imperativo poner en marcha una serie de reformas a favor del crecimiento en infraestructura, educación e innovación, y las inversiones más importantes deben financiarse a través de un gasto más eficiente y mayores ingresos fiscales.

En los últimos 20 años, los países de ALC perdieron el equivalente a 1.7% de su PIB anual a causa de los desastres relacionados con el clima, mientras que unas 5.8 millones de personas caerían en la extrema pobreza en la región para el año 2030.

 

Varios países latinoamericanos se comprometieron a reducir sus emisiones de carbono, eliminar paulatinamente el uso del carbón y reducir la deforestación para el 2030.

 

La agricultura probablemente se vea seriamente impactada, con una reducción en los rendimientos de los cultivos en casi todos los países, mientras que la estabilidad de la generación de energía se verá afectada por cambios en el ciclo hidrológico.

ALC tiene un enorme potencial en energías renovables, grandes reservas de litio y cobre -utilizados en tecnologías verdes- y un gran capital natural, todo ello cada vez más valorado en un mundo donde el calentamiento global y la seguridad energética pasan al centro de la escena.

 

 


Actualmente, Asia es de los mayores emisores de gases de efecto invernadero.

 

No obstante, adaptarse al cambio climático y aprovechar estas oportunidades para crecer de forma diversificada y sostenible requerirá de mejoras en la capacidad regional de identificar, adaptar e implementar las nuevas tecnologías.

El BM plantea una combinación de políticas para aprovechar las oportunidades que da el crecimiento verde, como aquellas para la fijación de precios que promuevan la adopción de tecnologías bajas en carbono, por ejemplo, mediante reformas en los subsidios a los combustibles fósiles.

 

 

O el establecimiento de impuestos sobre el carbono y esquemas de comercialización de emisiones. La agricultura climáticamente inteligente ayudaría a los países a adaptarse a los cambios en los patrones de lluvia, señaló el ente económico.

Recientemente, Stripe, Alphabet, Shopify, Meta y McKinsey Sustainability lanzaron Frontier a nivel global, para acelerar el desarrollo de tecnologías de eliminación permanente de carbono, para lo que destinarán aproximadamente 925 millones de dólares durante los próximos años.

Hoy por hoy, los mayores emisores de gases de efecto invernadero como el CO2, se encuentran en Asia, donde la industrialización de las últimas décadas redujo dramáticamente la pobreza, lo que impacta significativamente en la huella de carbono, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).