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Sin sacrificar el confort de tu familia en esta época invernal, estas acciones te ayudarán a optimizar el consumo de energía.

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Para un uso eficiente de la energía, coadyuvar a reducir emisiones de gases responsables del calentamiento global e incidir positivamente en la economía familiar, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) invita a poner en práctica diversos hábitos.

 

Durante el invierno, los días son más cortos porque hay menos horas de sol, lo cual propicia un clima más frío y por ende el aumento en el consumo de energía eléctrica y gas, por lo que es necesario adoptar diversas medidas de eficiencia energética.

 

para conservar el calor al interior de los hogares, se recomienda hacer lo siguiente:

  • Sellar puertas y ventanas, a fin de impedir filtraciones de aire que enfríen el ambiente.
  • Colocar aislamiento térmico en techos y paredes.
  • Adquirir calentadores de ambiente con dispositivos de control automático.
  • Evitar la sobreutilización de la calefacción.

 

Se sugiere lo siguiente para optimizar la energía en la cocina:

  • No abrir el horno mientras se está cocinando, ya que se escapa el 20% del calor.
  • Con el calor del horno se pueden cocinar varios alimentos; apagarlo antes de que se acaben de cocer, a fin de aprovechar el calor residual.
  • Precalentar el horno solo por 15 minutos.
  • Evitar calentar la comida en exceso.
  • Usar el horno de microondas en vez del convencional permite ahorrar hasta un 70% de energía.
  • Tapar las ollas durante el tiempo de cocción para que el agua hierva más rápido, esto ahorrará hasta un 30% de energía; reducir el fuego cuando comience la ebullición.
  • Prender los ventiladores de la campana únicamente cuando la estufa esté en uso.

 

 

Ahorro de energía en refrigeración:

  • Colocar la nevera, refrigerador o cualquier aparato de congelación en un lugar fresco, ventilado y lejos del calor del horno, la estufa, o de los rayos del sol.
  • Mantener las gomas de la puerta del frigorífico en buen estado para cerrar de manera hermética.
  • No guardar alimentos que aún estén calientes, primero enfriar a temperatura ambiente.
  • Evitar dejar la puerta del refrigerador abierta durante demasiado tiempo.
  • Mantenerlo siempre a una temperatura adecuada, ya que cada grado menos aumenta en 5% el consumo eléctrico.
  • Si el refrigerador aun incluye congelador, descongelarlo hasta que la capa de hielo alcance los 3 milímetros como máximo, y así ahorrar un 30% del consumo de energía.
  • Dejar descongelar dentro del refrigerador un alimento que se consumirá al día siguiente para conseguir un extra de frío para el resto.

 

Realizar estas acciones de manera cotidiana contribuye al ahorro y uso eficiente de la energía eléctrica y a mitigar el calentamiento global, el cual, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), genera fallecimientos producidos por diarreas y enfermedades respiratorias.