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Este 2024, las principales oportunidades para tener un crecimiento sólido de la industria inmobiliaria en México estarán en el nearshoring, turismo e infraestructura, de acuerdo con un estudio de Tinsa.

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Al país, han llegado recientemente 500 empresas atraídas por el nearshoring, según datos de la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias (Amefibra), fenómeno que impulsa la demanda de espacios industriales en el país.

 

Bajo este escenario, a lo largo de la historia, la vivienda sigue al empleo en el desarrollo de polos industriales y laborales, pues impacta todo el desarrollo residencial y de la industria en general, indica el estudio Perspectivas del mercado inmobiliario 2024 elaborado por Tinsa.

 

En el documento, los expertos Marisol Becerra y Justino Moreno señalaron que el nearshoring ya ha dinamizado mercados como Monterrey, Tijuana, Guanajuato y Guadalajara, con incrementos en los valores por metro cuadrado (m2) de la vivienda de hasta doble dígito anual; así como mercados en proceso de consolidación como Mérida, Saltillo y Juárez, que ya destacan entre las ciudades con mayor colocación de créditos hipotecarios.

 

Por otro lado, señalaron que la demanda se mantiene en constante crecimiento, con nuevos nichos y oportunidades:

  1. Diversos tipos de familias: Actualmente hay 11 tipos de familias en México, donde la tradicional representa solo el 25.8%, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. De ahí que la demanda se va transformando, y las necesidades en la vivienda van cambiando. “Por ejemplo, vemos un importante crecimiento en los petlovers, en donde siete de cada 10 hogares mexicanos tienen una mascota, por lo que es importante generar espacios para atender las necesidades de estos nuevos miembros de la familia”, mencionaron los expertos.
  2. Mayor crecimiento del turismo: Durante 2023, México recibió más de 40 millones de turistas internacionales, con un gasto promedio de mil 155 dólares, lo que representa un incremento de más del 25.7% con respecto al 2019. “Esto genera una alta expectativa para atender a los turistas que buscan experiencias alternativas a las tradicionales en hoteles, por lo cual, las inversiones en el desarrollo de propiedades inmobiliarias resultan atractivas”.
  3. Consciencia sobre la importancia de la sostenibilidad: Como existe una creciente conciencia en la sociedad sobre la importancia del cuidado del medioambiente, el diseño y la construcción sustentables, seguirán siendo relevantes en este 2024, cuidando factores como el aire, agua, materiales, movimiento, confort térmico, iluminación, sonido y comunidad. Esto también será impulsado por productos financieros, como las hipotecas verdes.
  4. Impulso en el uso y aplicaciones del Big Data: El análisis de datos ayudará a tener una mejor toma de decisiones, ya que el análisis predictivo puede influir el comportamiento del mercado inmobiliario, y con ello los precios de las propiedades en el futuro.
  5. Uso de Inteligencia Artificial: La IA apoya la precisión y velocidad, incluyendo la automatización de procesos de análisis, identificación de patrones y personalización de ofertas de propiedades. El análisis de sentimiento, que se usa para estudiar la opinión de los clientes sobre diferentes propiedades y zonas, así como la integración de datos de diferentes fuentes, incluyendo redes sociales, sensores y dispositivos móviles, proporciona a las empresas una visión más completa del mercado inmobiliario y de las preferencias de los clientes.

 

 

En general, el mercado está reconfigurándose, lo que abre grandes oportunidades para el desarrollo inmobiliario. “Invertir en ladrillos sigue siendo buen negocio, siempre y cuando vaya acompañado de un análisis profundo y recurrente de la oferta y demanda, para alinear, no solo los productos, sino todas las estrategias”, indicaron los expertos.

Como el mercado inmobiliario es cíclico, también comentaron que el 2023 cerró moderadamente estable, lo que abre paso a un 2024 desafiante, donde el reto es subir esa curva de demanda para seguir impulsando a la segunda industria de mayor aportación al PIB de México: el sector inmobiliario.