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La administración del presidente Barack Obama prepara un plan de rescate de la vivienda y podría utilizar parte de los fondos del paquete de rescate financiero por 700 mil millones de dólares para este propósito

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Por Notimex< WASHINGTON.- La administración del presidente Barack Obama prepara un plan de rescate de la vivienda y podría utilizar parte de los fondos del paquete de rescate financiero por 700 mil millones de dólares para este propósito. El plan, cuyos detalles son aún objeto de discusión entre el equipo económico de Obama, significará la erogación de recursos adicionales por parte del gobierno, que así abriría un nuevo frente de contención ante el persistente deterioro de la situación económica. El vocero presidencial Robert Gibbs dijo que el gobierno trabaja en esa dirección, y aunque aún está en etapa de discusión, reconoció que parte de los fondos podrían derivar del Programa de Alivio de Activos en Problemas o TARP, aprobado en 2008 por el Congreso. "Sé que parte (del financiamiento) va a ser de los 350 mil millones de dólares (del TARP), pero podría haber pasos adicionales que se tomen fuera de este marco", dijo Gibbs en rueda de prensa. El TARP fue diseñado por la administración del presidente George W. Bush para fortalecer el sistema financiero y responder así a la crisis en ese sector. El Congreso autorizó un desembolso inicial de 350 mil millones de dólares que el anterior gobierno utilizó para inyectar dinero en bancos mediante líneas de crédito o compra de activos; mientras que en otros casos intervino de forma directa algunas instituciones para evitar quebranto. La utilización de estos fondos de manera exclusiva en el sector financiero generó críticas aún entre los republicanos en el Congreso, ante la percepción de que parte de la crisis derivo en gran medida del deterioro del sector de la vivienda, particularmente los créditos hipotecarios. Gibbs dijo este lunes que "eso claramente tiene que cambiar. La razón por la que ese dinero fue a los bancos fue para liberar el crédito, liberar el capital", algo que, insistió, no ha sucedido pese a la inyección inicial de estos recursos. Días antes del fin de la administración Bush, el Congreso autorizó el desembolso de la segunda partida por 350 mil millones, dejando en manos del gobierno de Obama su distribución. Gibbs dijo que no es un secreto que el presidente Obama pretenda utilizar parte de estos fondos para atender la situación del mercado de la vivienda. "El presidente cree, y así fue delineado a este Congreso antes de votar (en la segunda partida), que tenemos que usar estos 350 mil millones de modo muy diferente al que se usaron los primeros, para responder a la crisis de los embargos de vivienda", dijo. Agregó que además, se debe utilizar esos recursos "de una manera transparente, de forma que se sepa a donde va a parar ese dinero". El año pasado, el número de casas embargadas por bancos e instituciones crediticias como resultado de la mora en el pago de créditos hipotecarios se duplicó con relación a 2007. Un total de 850 mil viviendas fueron embargadas en 2008, en contraste con las 404 mil que se vieron afectadas en 2007, y casi tres veces respecto a las 268 mil 532 en 2006, de acuerdo con cifras compiladas por la compañía RealtyTrac. Las cifras reflejaron el grave deterioro que padeció el mercado de la vivienda el año pasado, en medio de una profunda recesión económica que parece lejos de aminorar su marcha, mientras el Congreso considera acciones urgentes para hacerle frente. Los números parecieron sugerir que las medidas adoptadas para detener el deterioro de este mercado han probado ser insuficientes en el plazo inmediato.