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Seguirá la recuperación, pero el sector de la construcción no despierta.

La recuperación de la economía mexicana en la primera mitad del año fue heterogénea,
porque mientras el sector exportador (las manufacturas) reaccionó con mucha fuerza, sectores que atienden el mercado interno como la industria de la construcción les fue muy mal y sigue sin despertar.

La economía mexicana se recuperó en forma acelerada durante la primera mitad de 2010 y aunque continuará dicho proceso en el segundo semestre, la fuerza de la misma no se podrá sostener porque la base de comparación estadística ya no es tan favorable como en el primer semestre y principalmente por el debilitamiento que observa la economía estadounidense, el principal demandante de manufacturas mexicanas, aunque el consumo interno ya muestra una recuperación moderada.

La economía mexicana está en plena etapa de recuperación, al reportar en 2010 dos trimestres consecutivos con tasas de crecimiento anual positivas. Durante el primero, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a un ritmo anual de 4.3% y 7.6% en el segundo; hace un año la contracción fue a un ritmo de -7.9 y -10.0%, respectivamente. Sin embargo, desde el inicio de la segunda mitad ya observamos un menor ritmo de crecimiento, al ver en julio un crecimiento de 5.1% el índice global de actividad económica (IGAE), el menor crecimiento mensual de los últimos cinco reportes.

El repunte de la actividad en los meses de mayo y junio en particular, fue por encima de lo que esperaba el consenso de los analistas, lo que motivó que los pronósticos de crecimiento se fueran corrigiendo a la alza en julio, agosto y septiembre. Por ejemplo, Antonio Castro, director general del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), indicó en entrevista para Real Estate Market & Lifestyle que la economía mexicana crecerá 5.3% durante todo el año en curso y anticipa un avance de 3.6% para 2011.

Por su parte, Eduardo González, analista de la dirección de estudios económicos de Banamex, señaló que “hemos revisado al alza nuestro pronóstico de crecimiento del PIB para 2010 a 4.8% desde 4.4% anterior, mientras que para 2011 nuestra estimación bajó ligeramente, a 3.9% desde 4.0%. La revisión del PIB para todo el 2010 se debe sobre todo al ajuste en nuestro pronóstico del segundo trimestre, y en escasa medida al efecto inercial de ese mayor crecimiento”.

Asimismo, en la encuesta de expectativas entre analistas del sector privado que elabora y publica el Banco de México (Banxico) ha mejorado mes con mes hasta septiembre; la más reciente indicó que el consenso de los analistas mejoró de 4.52 a 4.62% el pronóstico de crecimiento para todo el 2010.

 

El principal motor perderá fuerza

Sin embargo, su principal estímulo, el crecimiento de la economía estadounidense a través de las exportaciones manufactureras, hoy presentan una inusual incertidumbre porque dicha economía se está desacelerando en medio del riesgo de una doble recesión.

Visto de otra manera, la recuperación económica de México perderá fuerza en la medida que Estados Unidos muestre un debilitamiento en su crecimiento, principalmente en la recta final de 2010.

Para el analista de Banamex, “la producción industrial probablemente moderará su tasa de crecimiento anual durante la segunda mitad del año. La disminución esperada en el crecimiento del producto industrial para el segundo semestre del año se explica principalmente por una expectativa de menor crecimiento anual de la producción manufacturera en Estados Unidos: esperamos 4.7% en el segundo semestre frente a 7.9% registrado en el segundo trimestre. Además, estimamos que la base de comparación anual también impactará negativamente sobre la tasa anual de la manufactura mexicana, ya que ésta comenzó a repuntar con fuerza en el segundo semestre del 2009. Como resultado, esperamos una disminución en la tasa de crecimiento anual del PIB en el segundo semestre del año, a 3.9% frente a 5.9% en la primera mitad”.

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indican que durante la primera mitad del 2010, el sector industrial en su conjunto creció a una tasa anual de 6.6%, destacando el sector manufacturero –que es el sector exportador- con un repunte a un ritmo anual de 11.6 por ciento. Este último encuentra sustento en el fuerte crecimiento de las exportaciones manufactureras, que en la primera mitad del año aumentaron 34.9% a tasa anual, en particular las exportaciones automotrices crecieron 81.2% en términos anuales. Es importante destacar que las exportaciones de manufacturas representan el 94.6% de las exportaciones no petroleras totales.

Será importante dejar muy claro que perderá fuerza el crecimiento del sector exportador, pero seguirá con tendencia positiva, lo que significa que no veremos un ritmo de crecimiento tan a acelerado. Sin embargo, la demanda externa seguirá siendo la principal fuente de crecimiento de la economía mexicana. 

Por lo tanto, el factor de riesgo para México es el desempeño de la economía de Estados Unidos, y en particular de su sector industrial, porque dicha desaceleración probablemente tendrá algún efecto en la misma dirección en la economía mexicana.

 

Construcción atorada

Antonio Castro describió que a partir de junio-julio la economía mexicana perdió vigor. La industria fue de las más afectadas; en julio la producción industrial registró incremento anual de 5.4%, inferior al 8.6% del mes anterior. El comercio exterior modera su expansión, en julio las exportaciones se incrementaron 29.5% en términos anuales, tasa inferior al 36.3% promediado en los primeros seis meses del año.

Castro puntualizó  que en particular, la industria de la construcción lleva 23 de los últimos 24 meses (hasta julio) con tasa de crecimiento negativo, es decir, dos años en recesión. Sobre dicho desempeño en 2010, dijo que se explica porque además de las pobres expectativas de los inversionistas privados, se unió el retroceso de -4% promedio de los seis primeros meses del año de la inversión física del sector público.

Dada estas condiciones, pronosticó que para todo el 2010 la industria de la construcción apenas crecerá 0.8%, pero para 2011 repuntará en 4.3%.

Agregó que otro problema particular que observa la industria de la construcción tiene que ver con la infraestructura, porque existen obras a desarrollarse en 2010 que aún no se han licitado o siguen el proceso de concurso cerrando casi el tercer trimestre del año.

En este sentido, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), José Eduardo Correa Abreu, reiteró su preocupación por la infraestructura que aún falta construir; aseguró que a la fecha (inicios de septiembre) el avance debería ser de entre 60 y 70%, pero es del 43.5 por ciento.

Públicamente reconoció que la industria de la construcción lleva 24 meses con números rojos y no saben cuándo va a repuntar el sector, debido a la conjugación de tres variables: la falta de créditos de la banca de desarrollo; los constructores están endeudados porque el gobierno no les paga y; hay un subejercicio en infraestructura de 23.3% en las 16 dependencias, aseguró José Eduardo Correa Abreu.

 

Despierta mercado interno

De acuerdo un análisis del servicio de estudios de BBVA Bancomer, pese a que el inicio de la recuperación económica fue en el tercer trimestre del años pasado, “todavía los componentes de la demanda agregada muestran dinámicas desiguales: un sector exportador con un fuerte dinamismo en contraste con una demanda interna que apenas mejora, sobre todo lo que se refiere a consumo”.

Agregó el análisis que “con base en experiencias previas de ajuste de los componentes de la demanda tras un evento recesivo como el vivido en 2009, cabe esperar que el ajuste en el consumo privado se dé con algún rezago, mientras que la inversión privada es particularmente sensible a la evolución del costo real del capital y a las expectativas de actividad.”

Recordaron que “al hablar de los motores internos, centramos la atención en el consumo privado, responsable de cerca de 70% del gasto total de la economía.

El gasto en consumo de los hogares evoluciona de acuerdo a la renta permanente disponible de las familias, resultado de su ingreso disponible presente y las expectativas existentes sobre el futuro, por lo que “el sostenimiento de la demanda externa y una perspectiva de inflación más baja de lo previsto hasta ahora, serán claves en a recuperación del consumo”.

Aunque el consumo de los hogares se mantuvo estancado en los dos primeros trimestres del año, la perspectiva de los analistas de BBVA Bancomer es que finalmente crezca en términos anuales 2% en 2010.

El analista de Banamex consideró que “veremos un repunte del consumo privado durante el segundo semestre del año, aunque gradual, sobre el sustento de la mejora gradual de algunos determinantes del consumo, como el empleo en el sector formal y el crédito a los hogares. En tanto, la recuperación de la inversión probablemente será más lenta, a pesar de la mejora en el índice de confianza de los productores en el segundo trimestre resulta alentador, al alcanzar 50.6 puntos en junio contra 45.1 en marzo.

“Así, el menor crecimiento a tasa anual en la segunda mitad del año se deberá a la desaceleración de la demanda externa, que no alcanzaría a ser compensada por el repunte de la demanda doméstica”, apuntó Eduardo González.

Un análisis de Ixe Grupo Financiero indicó que “aunque la recuperación económica del primer semestre del año fue mejor a la prevista, ésta se moderará ante la desaceleración económica de Estados Unidos. Por ello, es fundamental que el mercado interno compense dicha desaceleración.”

 

Escenario fin de año

Bajo todas estas consideraciones, en su informe más reciente de inflación el Banco de México (Banxico) señaló que “es previsible que durante el resto del año y en 2011 continúe observándose un impulso a la economía mexicana proveniente de la demanda externa. Esto, aunado a un gradual restablecimiento de mayores niveles de gasto interno, mantiene la expectativa de que el PIB real crezca entre 4.0 y 5.0 % anual en 2010, y entre 3.2 y 4.2 % en 2011.”

El menor ritmo de crecimiento de Estados Unidos en la segunda parte del año, determinará que se modere el ritmo de crecimiento observado por las exportaciones manufactureras, sin que ello signifique que volverán a reportar tasas de crecimiento negativas, incluso se prevé que la demanda externa seguirá siendo el principal motor del crecimiento en la segunda mitad del presente año, aunque ya acompañado por una demanda interna más fuerte.

Los pronósticos de la segunda mitad del año son: 5.2% y 4.0% para tercero y cuarto trimestre, respectivamente, según la firma CAPEM.