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El Centro Histórico tiene un valor inigualable, sin embargo a partir de los años 50 del Siglo XX comenzó a presentar signos de deterioro y es hasta a principios del Siglo XXI que gobierno, sector privado y sociedad civil decidieron sumar esfuerzos para cambiar la situación.

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El Centro Histórico de la Cuidad de México tiene un valor histórico, político, económico, cultural y religioso inigualable. Allí, en la antigua Tenochtitlán, fue donde el águila real mexicana se posó y mordió a la serpiente para indicar dónde se tendría que establecer  el imperio mexica. En los tiempos de la colonia, la cuidad novohispana se convierte en la capital del virreinato. Porfirio Díaz la convirtió en una urbe moderna durante su mandato.  Fue en el Centro Histórico, donde se fundó la primera universidad de toda América.  A finales del siglo XVIII Alejandro de Humboldt escribió: “Si yo tuviera que escoger otra cuidad para vivir, que no fuera Alemania, me quedaría a vivir en la Cuidad de México, no sólo por sus hermosos palacios, ni porque sus pobladores se han portado muy cálidos conmigo y me la he pasado tan bien, sino porque tiene una intensa vida científica y cultural de la que no teníamos noticia.”

 

Centro Histórico de la Cuidad de México fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el 1987.

 

Esta relevancia histórica ha dejado su huella, al paso de los siglos, en un sinfín de edificios emblemáticos, plazas, iglesias, palacios y otros puntos de referencia. En sus 668 manzanas, el Centro Histórico alberga más de mil quinientos edificios catalogados con valor artístico e histórico.  Es por eso que el Centro Histórico de la Cuidad de México fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el 1987.

Sin embargo, y por desgracia, en los años 50 del siglo XX se empieza a ver un lamentable deterioro  en el Centro de la Cuidad, proceso acelerado por el sismo del 1985, que destruyó numerosos edificios.  Varias zonas quedaron vacías, peligrosas y abandonadas. Muchos negocios cerraban y las calles se llenaban de ambulantes, no había inversión pública ni privada. Las universidades, estudiantes, la banca, los funcionarios públicos, todos abandonaron el Centro. Como consecuencia tiendas, cines y supermercados desaparecieron, el barrio universitario se vació.

A muchas personas e instituciones  les preocupó este proceso de deterioro de la zona. Hubo varios intentos de rescate en diferentes momentos: José Iturriaga Sauco, reconocido historiador, presentó el primer plan integral de rescate del centro histórico en 1964. A finales de los 80 se constituye el Fideicomiso del Centro Histórico, presidido por Antonio Ortiz Mena, entonces Director General de Banamex, con el objetivo de restaurar inmuebles abandonados con gran valor histórico. Sin embargo, no fue hasta el 14 de agosto de 2001, en el Palacio Nacional, que gobierno, sector privado y sociedad civil decidieron juntar sus esfuerzos para cambiar el rumbo de la vida del Centro Histórico de la capital del país cuando se instala el Consejo Consultivo para el Rescate del Centro Histórico.

 

Calle Guatemala,
Calle Guatemala,

 

Si bien es cierto que todo inició con un convenio entre el Gobierno Federal y el del Distrito Federal, lo decisivo fue la participación de la sociedad civil, representada por más de cien profesores universitarios, arquitectos, empresarios, artistas e intelectuales; un grupo sumamente heterogéneo con un propósito común: participar activa y propositivamente en la recuperación integral  del Centro Histórico de la Cuidad de México. 

Para lograr una acción efectiva y coordinada, se nombra un Comité Ejecutivo, con el Ing. Carlos Slim como presidente, el maestro José E. Iturriaga como presidente honorario vitalicio, además de tres representantes del

 

"...que más personas encuentren en el Centro Histórico un lugar estimulante para trabajar, estudiar, divertirse y vivir."

 

Ejecutivo Federal, tres del Gobierno del Distrito Federal, así como el historiador Guillermo Tovar y de Teresa, el cardenal Norberto Rivera Carrera y el periodista Jacobo Zabludovsky: personalidades sumamente comprometidas con la recuperación del Centro. El Comité Ejecutivo propone un plan de trabajo con cuatro ejes fundamentales: bienestar social y económico, seguridad y servicios públicos, revitalización y restauración y problemas del agua y soluciones. El Ing. Carlos Slim describe el objetivo del plan de revitalización con las siguientes palabras:

“No queremos un Centro Histórico recuperado, restaurado, sin vida, solo y abandonado. Menos aún, una majestuosa y gran pieza de museo llena de fantasmas. Tampoco que lo sintamos ajeno o remoto. Queremos recuperar el deterioro de tantos años y la destrucción de varios de sus inmuebles. Pero también conocerlo, vivirlo y sentirnos parte de él. Trabajemos para que más personas encuentren en el Centro Histórico un lugar estimulante para trabajar, estudiar, divertirse y vivir.”

 

Seguridad y servicios públicos

 

Para revitalizar una zona es necesario garantizarles a los habitantes y visitantes la confianza que favorezca el disfrute de sus calles, plazas, zonas comerciales y otros espacios públicos. También requiere de servicios públicos de calidad para usuarios de todas las edades y características. En el proceso de revitalización del Centro, estos dos objetivos fueron establecidos como prioritarios y se alcanzaron en muy corto plazo.

Los muchos años de abandono y degradación del Centro Histórico habían creado un ambiente de inseguridad que se tradujo en despoblamiento, incremento acelerado de la ilegalidad, hostilidad y deterioro visual.  Desde un principio el Comité Ejecutivo tuvo claro que sólo era posible revitalizar el Centro logrando que más gente viviera en él. Para ello, la seguridad es una condición básica.
Dentro de esa línea de pensamiento, a partir del año 2002, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, en coordinación con el Gobierno Federal y Telmex, que proporcionaba la plataforma tecnológica, puso en marcha el Programa de Seguridad Pública del Centro Histórico de la Cuidad de México. El programa tenía como objetivo principal de reducir los índices delictivos y contaba con un presupuesto de 85 millones de pesos. Dentro del marco de este programa se implementaron varias iniciativas exitosas, entre las cuales destacan las siguientes:
 

Explanada Museo Nacional de Arte (MUNAL).
Explanada Museo Nacional de Arte (MUNAL).

 

• Se creó un cuerpo policial especialmente capacitado para atender las necesidades del Centro Histórico y la Policía Montada para vigilar la Alameda Central.
• Se abrió un Puesto de Mando del Centro Histórico como centro de coordinación, operación y ejecución del programa, con tecnología de punta, incluyendo 110 cámaras de video, una red de computadoras, radio y comunicación telefónica. Telmex proporcionó la plataforma tecnológica y el soporte técnico para garantizar la operatividad del proyecto.
• Se abrió un Centro de Atención Inmediata al Público así como un Centro Cultural Policial.
• Se instalaron dos líneas telefónicas adicionales para auxilio policial inmediato
 
Se reactivó el Fideicomiso del Centro Histórico, organismo de  carácter privado cuya función se había ido decayendo con el paso de los años. El Fideicomiso se convirtió en una dependencia pública adscrita a la Secretaria de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal encargada de la planificación y coordinación del programa de revitalización. Su presupuesto inicial fue de 400 millones de pesos para la realización de proyectos de infraestructura, restauración de fachadas, dotación de mobiliario urbano y renovación de calles y espacios públicos. El Fideicomiso colaboró con empresas prestadoras de servicios como Telmex y Luz y Fuerza del Centro para modernizar la infraestructura de cableado para redes de alumbrado público, telefonía y drenaje.

Para mejorar la imagen urbana invirtió en la restauración de un gran número de fachadas, el ordenamiento y la mejora del mobiliario urbano y la mejora del espacio público.

 

Uno de los proyectos de mayor importancia para el rescate del Centro Histórico ha sido la construcción del conjunto Plaza Juárez

 

Revitalización y restauración

 

Hace una década, el centro de la ciudad de México había perdido totalmente su papel de espacio habitacional. Durante las horas hábiles de trabajo se concentraba una gran población flotante pero, una vez cerrados los comercios y las oficinas públicas, los escasos edificios destinados a habitación quedaban inmersos en zonas oscuras de alta inseguridad.

Revertir esta situación y atraer a nuevos habitantes que contribuyen a darle nueva vida al centro histórico exigía devolver a los inmuebles –convertidos en bodegas– su uso habitacional, crear nuevos espacios de oficinas así como nuevas y modernas viviendas. Con este objetivo se creó la Inmobiliaria Centro Histórico S.A. de C.V.

Las iniciativas de restauración y adaptación de inmuebles llevados a cabo por esta inmobiliaria se han realizado en estrecha coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Fideicomiso del Centro Histórico, la Dirección de Sitios Patrimoniales de CONACULTA y la Delegación Cuauhtémoc. Se han adquirido, restaurado y adaptado inmuebles con el propósito de que la gente habite, estudie y trabaje en esta zona.

Uno de los proyectos de mayor importancia para el rescate del Centro Histórico ha sido la construcción del conjunto Plaza Juárez con el objeto de regenerar una importante zona del centro histórico dañada severamente por los sismos de 1985. El conjunto se compone de espacios abiertos, andadores y plazas. Comprende la nueva sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, así como edificios de uso múltiple y estacionamientos.

El conjunto de edificios proyectado por el arquitecto Ricardo Legorreta, se ha convertido en un punto de referencia de este rescate; la nueva Plaza Juárez que lo circunda, la restauración del Barrio Chino y áreas vecinas se han transformado en un polo de atracción para empleados, usuarios y paseantes. Las oficinas y las instituciones culturales que alberga la Plaza Juárez, así como su cercanía a espacios para la cultura como el Museo Nacional de Arte Popular, el Teatro Metropolitan, el Museo del Palacio de Bellas Artes, el Museo Mural Diego Rivera e incluso la misma Alameda Central, han logrado dotar de nueva vitalidad a la zona.

Otros proyectos de gran importancia fueron el Hotel Virreyes, localizado en el extremo sur del perímetro del centro histórico, fue convertido en hostal para jóvenes y en esa misma zona, el Hotel Señorial se transformó en residencias para artistas. En 2003 se abrió un anexo del Claustro de Sor Juana como sede de la Escuela de Gastronomía, atrayendo a nuevos estudiantes a esta zona. La Antigua Casa de Bolsa en la calle de Uruguay, cuya sala de remates es una estructura del arquitecto Félix Candela, se restauró y se adaptó convirtiéndola en un call center generando nuevos empleos.

En este momento se está terminando la restauración de la Casa de los Condes de Xala, ubicada en la calle Venustiano Carranza (antigua calle Capuchinas), casa que perteneció a Antonio Rodríguez de Pedroso, Conde de San Bartolomé de Xala. Esta casa ocupa uno de los solares de la primera traza de la ciudad, que eran adjudicados a los principales personajes de la Colonia y que se localizaban cercanos a la Catedral y a las casas de gobierno.

Esta construcción, a pesar de sus innumerables intervenciones y usos tanto en su fachada como en su interior, ha conservado su diseño básico original. El proyecto de restauración consiste en la reestructuración total de entrepisos que actualmente presentan graves problemas de estabilidad; en el rescate del patio principal que había sido invadido por construcciones de locales comerciales; en la restauración y consolidación de toda la obra de cantera; y por último, en la recuperación de niveles de pisos y recubrimientos.

 

Torre Latinoamericana, Eje Central.
Torre Latinoamericana, Eje Central.

 

Problemas del agua y soluciones

 

Un problema gravísimo en el Centro Histórico de la Cuidad de México y buena parte del Valle de México es la sobreexplotación de los acuíferos. Como resultado de esta sobreexplotación se producen asentamientos y hundimientos diferenciales que afectan a los edificios y redes del centro de la cuidad, causando una constante necesidad de reparaciones. Estos hundimientos han ocasionado que el Centro Histórico haya quedado varios metros por debajo del Gran Canal de desagüe, una de sus principales vías de drenaje.

El Comité Ejecutivo del Centro Histórico, después de analizar la problemática, propuso las siguientes líneas de trabajo:

• Reducir a niveles razonables las fugas en la red, localizando las fugas, cambiando la arquitectura de la red y renovando las partes obsoletas.

• Aumentar la infiltración del agua pluvial al acuífero a través de lagunas de infiltración, bordos de retención en áreas de alta precipitación y pozos de absorción en presas de regulación, barrancas y desarrollo inmobiliarios.

• Infiltración de agua residual tratada al acuífero, respetando la Norma establecida por la Comisión Nacional del Agua.

• Manejo y administración técnica y eficiente del precio del agua en la cuidad, estableciendo tarifas razonables y rentables.

 

Bienestar social y económico

 

En el plan de revitalización del Centro Histórico de la Cuidad de México, uno de los principales objetivos fue mejorar sustancialmente el nivel socioeconómico de sus moradores a través de una buena salud, mejores niveles de educación, mayor integración familiar y fomento al empleo mediante microcréditos. Se buscaba que las personas se involucraran de manera activa en la recuperación del Centro, cuidando las obras materiales que son el escenario de sus vidas. Para satisfacer esta aspiración, se pusieron en marcha un conjunto de programas sociales, económicos, educativos, culturales y de salud para los habitantes de la zona. Para implementar estos programas sociales, en el 2002 se constituye la Fundación del Centro Histórico de la Cuidad de México A.C. con el apoyo económico de la Fundación Telmex.

En los últimos diez años, a través de la Fundación del Centro Histórico de la Cuidad de México, se implementaron acciones importantes en  materia de desarrollo socioeconómico en el Centro. Ejemplos incluyen:

• En Allende 59 se estableció un Centro de Integración Familiar para la atención comunitaria mediante la prestación de servicios de salud, información y diagnóstico clínico.

• Con el apoyo de Fundación Nacional de Transplantes (FUNAT), el Club de Leones S.C. y la Fundación Telmex se han realizado 1, 685 cirugías de cataratas y de especialidad de ortopedia y cirugía reconstructiva.

• Se han otorgado 1, 812 microcréditos a microempresas y negocios familiares, con la participación de Inbursa.

• Se han otorgado 2, 728 becas para estudios en CECATIs.

• Más de 1, 400 jóvenes fueron capacitados mediante talleres de oficio para mejorar sus oportunidades laborales.

Actualmente, la Fundación del Centro Histórico de la Cuidad de México sigue trabajando para mejorar la calidad de vida de los habitantes del Centro Histórico, a través de programas de seguridad, salud, formación social, capacitación y empleo, desarrollo de capital humano y cultura

La Fundación ofrece servicios de salud integral para los habitantes del Centro Histórico en su centro comunitario ubicado en Mesones 54; trabaja en espacios comunitarios como vecindades, plazas y escuelas a través de intervenciones que fortalecen el tejido social y reducen situaciones de riesgo y violencia; y sigue capacitando a jóvenes desempleados mediante talleres de oficios (tecnológicos, ecológicos y artesanales). Además, promueve el desarrollo de capital humano a través del arte y la cultura en su espacio de arte contemporáneo Casa Vecina y a través de actividades culturales en espacios públicos y en el Atrio de San Francisco. (Para más información: www.fundacioncentrohistorico.com.mx)

 

Conclusión

 

El proceso de revitalización del Centro Histórico muestra resultados impresionantes. En palabras de Jacobo Zabludovsky, el Centro, del abandono que lo había convertido en zona repudiada y peligrosa, despoblada y problemática, se pasó a lo que hoy es motivo de orgullo de todos los mexicanos. Calles limpias y seguras, una vida académica y cultural vibrante, calles peatonales donde las personas pasean tranquilamente, disfrutando la belleza arquitectónica de los edificios. El Centro nuevamente es un lugar vivo, no sólo por sus comercios, sino también por sus nuevos habitantes: Según cifras del INEGI, desde el 2000 la población del perímetro A del Centro ha crecido casi un 15%.

También ha mejorado el panorama laboral en el Centro. De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico del D.F., alrededor de 40 mil nuevos empleos han sido generados en el Centro Histórico como resultado de los proyectos de inversión privada en la zona en los últimos diez años. Las empresas del Grupo Carso, además de las importantes inversiones en el Centro Histórico, han promovido el empleo: actualmente 6, 700 de sus funcionarios y empleados trabajan en el Centro Histórico.

Ojalá este exitoso proyecto de colaboración entre gobierno, sector privado y sociedad civil para revitalizar un centro histórico pueda servir de ejemplo para la revitalización de otros centros históricos en México y en Latinoamérica.RE

 

Museo Nacional de las Culturas.
Museo Nacional de las Culturas.

 


Texto:Mtro. Adrián Pandal