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La escasez de agua en México se ha convertido en una emergencia nacional; factores como el crecimiento poblacional, la urbanización y la contaminación están contribuyendo a esta crisis.

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Expresiones como escasez, sequía, contaminación, crisis y presas en su nivel más bajo han “inundado” las redes sociales y han sido el trending topic de las últimas semanas en redes sociales, comentó Rafael Méndez Jaled, presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), quien calificó de “emergencia nacional” el reto del agua.

“La realidad es que, a nivel global, México no es la excepción. Enfrentamos un serio reto para asegurar la disponibilidad y abasto suficiente, oportuno y de calidad de agua”, agregó el dirigente, quien explicó que solamente el 0.01% del agua del planeta es apta para el consumo humano. Es decir, de cada 10 mil litros de agua, solo un litro está disponible para uso humano, y el 100% del agua dulce se localiza en los glaciares, casquetes polares y depósitos subterráneos, y el 0.3% se encuentra en ríos y lagos.

 

Comenta Jaled que “lo estamos tratando como un recurso abundante y no es así”, y entre las causas de esta escasez están el crecimiento de la población, la urbanización, sobreexplotación de recursos hídricos y contaminación de cuencas y mantos acuíferos, además de los efectos del cambio climático que provocan sequías más severas y prolongadas, así como tormentas e inundaciones cada vez más devastadores.

 

Reto hídrico en México

Durante su presentación, el dirigente de CMIC dio a conocer datos de un estudio de la Red del Agua de la UNAM, ‘Perspectivas del Agua en México’, donde se lee que solo el 58% de la población tiene diariamente agua en su domicilio y aproximadamente 6 millones de personas carecen de acceso al agua potable. Asimismo, de los 653 acuíferos del país, 157 están sobreexplotados y 60% de los cuerpos de agua presenta algún grado de contaminación.

Lo más impresionante es que más de 40% del agua se pierde en fugas en los sistemas municipales de distribución, en la agricultura de riego persisten pérdidas de agua de entre 40% y 60%, y el 58% de las presas del país registra un nivel de almacenamiento inferior a 50%. Además, el 44% del territorio nacional presenta grado de estrés hídrico alto o muy alto (volumen de extracción de agua dividido entre agua renovable).

 

 

El Norte y Centro, que representan el 78% de la superficie nacional y donde habitan el 77% de la población que generan el 83% del PIB, cuenta con el 33% del agua renovable; situación muy diferente al Sureste mexicano, que ocupa el restante 22% del país, donde vive el 23% de los mexicanos y produce el 17% del PIB, posee el 67% del agua renovable.

Méndez Jaled anotó que los problemas y riesgos por la falta del vital líquido que se presentan son diversos, entre los que se encuentran la salud de la población, la seguridad alimentaria, la seguridad energética (22% de la energía es de origen hídrico), la atracción de inversiones y el nearshoring. Sobre este punto de la relocalización, detalló que la disponibilidad y calidad de la infraestructura hídrica puede ser decisiva en las inversiones a futuro.

 

A su vez, los clusters maduros de manufactura–automotriz, equipo médico, aeroespacial y logística–, cuya mayoría se localiza en el Norte del país, podrían tener problemas con el abastecimiento de agua.

 

Con respecto al porcentaje de consumo de agua en nuestro país, el 76% se dedica al sector agropecuario, el 14% al abastecimiento público (doméstico, industrial y comercial), 5% a las termoeléctricas y el 5% a la industria autoabastecida.

Propuestas CMIC

Los resultados del análisis anterior se tomaron en cuenta para que la CMIC detallara un decálogo de propuestas, mismas que serán mostradas a la presidencia de la República, así como a gobernadores y alcaldes:

᛫ Despolitizar el tema del agua.

᛫ Fortalecer a la Conagua, elevarla a Secretaría de Estado.

᛫ Duplicar en 2025 la inversión actual en infraestructura hídrica (2024, 45 mil millones de pesos). Triplicar el promedio de últimos 6 años.

᛫ Priorizar las obras hidráulicas en regiones con mayor estrés hídrico y obras de resiliencia urbana en zonas con mayor riesgo de inundaciones.

᛫ Incorporar tecnología de punta como riego por goteo y uso de aguas residuales en agricultura.

᛫ Aprovechar mejor el agua de lluvia y modelos de economía circular.

᛫ Mejorar la eficiencia para reducir fugas en las redes municipales de distribución de agua.

᛫ Impulsar campañas educativas y de sensibilización para fomentar la cultura del agua.

᛫ Dotar de autonomía técnica, jurídica y financiera a los organismos locales operadores del agua para que se dirijan con criterios técnicos.

᛫ Fortalecer y diversificar las fuentes de financiamiento de obras y gestión integral del agua.