El sector inmobiliario mexicano vive una etapa de transformación con ajustes y nuevas oportunidades.
El mercado habitacional mexicano vive una paradoja: mientras la vivienda confirma su valor como activo refugio, los ingresos no logran seguirle el paso, además, se observan brechas regionales y sociales.
A pesar de que la banca tiene presencia en todas las entidades del país, la colocación del crédito hipotecario se concentra en pocas regiones.
La estabilidad macroeconómica es la condición clave que permite sostener el financiamiento hipotecario y garantizar que las políticas de vivienda sean viables y sostenibles.
ADI proyecta 15 mil mdd en inversión inmobiliaria durante 2025 y reafirma compromiso con el desarrollo urbano sustentable.




