|  
El Departamento del Tesoro anunció un plan que podría requerir hasta un billón de dólares para sanear el sistema bancario estadunidense
109 No me gusta32
Por Notimex WASHINGTON.- El Departamento del Tesoro anunció hoy un plan que podría requerir hasta un billón de dólares para sanear el sistema bancario estadunidense de los llamados activos tóxicos y dar un último impulso para reactivar los flujos crediticios. El objetivo inicial del esfuerzo conjunto entre gobierno e inversionistas privados es comprar hasta 500 mil millones de dólares en esos instrumentos, la mayoría de ellos seguros sobre préstamos hipotecarios de alto riesgo, indicó la dependencia en un comunicado. La idea es permitir en última instancia que los bancos puedan recapitalizarse deshaciéndose de instrumentos para los que no existe mercado hasta ahora. Con ello el gobierno espera eliminar un considerable obstáculo en sus esfuerzos para estabilizar el sistema financiero, que ha venido padeciendo una sangría como resultado de la acumulación de tales activos. Bajo el denominado Programa de Inversión Público-Privado, el gobierno planea rematar estos bienes entre instituciones financieras e inversionistas, principalmente fondos de inversión nacionales e internacionales. Con el propósito de evitar que el precio pagado por estos bienes sea mayor a su valor real, los fondos competirán entre sí por su adquisición. Además, para alentar el interés por adquirir los activos, el gobierno ofrecerá préstamos de bajo costo como respaldo, a través del Tesoro y la Corporación Federal de Seguros de Depósito. Bajo este esquema, el ganador del remate podrá acceder a estos créditos y cubrir hasta 50 por ciento de la compra utilizando fondos federales. Inicialmente el Departamento del Tesoro comprometerá entre 75 y 100 mil millones de dólares para estas operaciones, de cuyo desempeño dependerán futuros desembolsos. Los fondos prevendrán del Programa de Alivio de Activos en Problemas, o TARP, el paquete por 700 mil millones de dólares aprobado por el Congreso con el fin de estabilizar el sistema financiero. Empero los recursos comprometidos en última instancia por el gobierno podrían superar esos fondos, pues el Departamento del Tesoro indicó que el programa podría "ampliarse potencialmente a un billón de dólares". La dependencia calificó el programa de uno de riesgo compartido, ya que si los instrumentos se devalúan aún más, tanto gobierno como inversionistas penderán. Tanto el gobierno como los inversionistas retendrán estos activos por un tiempo indefinido, con la expectativa de revenderlos con una ganancia cuando la situación haya mejorado y el mercado para tales instrumentos se haya reactivado.