|  

Resolver problemas de transporte, ambientales y de sostenibilidad para mejorar la calidad de vida de las ciudades no es una tarea fácil.

1 No me gusta0

La infraestructura de una Smart City requiere de una labor de varios años. Por eso la mentalidad de resultados o soluciones rápidas no funcionan. Necesita bases muy sólidas de redes de transporte urbano, sistemas de distribución de energía y alcantarillado.

Pero se ha aprendido mucho de intentos anteriores que se centraron en proyectos piloto o que fueron casos de un solo uso; muchos de dichos casos no contaron con un esfuerzo de planificación a largo plazo que considerara su expansión o el tipo de financiamiento continuo que sustentaría las operaciones en curso.

En opinión del articulista Ken Figueredo, en los últimos años se han estancado muchos proyectos de ciudades inteligentes. Varios iniciaron con farolas inteligentes o redes Wi-Fi comunitarias.

 

“Un ejemplo de ello son los planes de ciudad inteligente de Nueva Orleans. Cuyo enfoque fue de un solo proveedor que fracasó; debido en parte a procesos de adquisición cuestionables y opciones de solución de un solo proveedor”, mencionó.

 

Lo que se necesita para una planificación adecuada

Iniciar un proyecto de ciudad inteligente basado en una infraestructura sólida puede ser tentador, como podría ser un anillo de fibra municipal, una red de malla de hotpots Wi-Fi o involucrar una red de luces inteligentes o monitores de CCTV. Pero eso no es suficiente porque los servicios de las ciudades inteligentes se basarán en los datos.

 

 

Con eso en mente, se tendrá que tomar una mejor decisión para gestionar los recursos de la ciudad y en un conjunto mayor de servicios para los ciudadanos.

 

Naturalmente se tiene que cumplir con ciertos requisitos para recopilar datos a escala industrial y contar con plataformas de software para monitoreo y control remoto. Todo eso como una progresión de la infraestructura 'dura' a la 'blanda', comentó Figueredo.

 

La progresión, dijo, se extiende aún más a la infraestructura de datos, que es otro tipo de infraestructura ‘blanda’.

Dentro de un marco político acordado, ayudaría mucho el intercambio de datos entre organismos del sector público y privado. Obviamente las políticas de privacidad y seguridad de datos son fundamentales.

En los siguientes años, las políticas adicionales incluirán garantías de suministro de datos y licencias, lo cual permitiría a los administradores de recursos controlar el uso posterior y los derechos de monetización.

 

Por eso, otro requisito a futuro será el seguimiento de la procedencia de los datos, que colaborarán para explicar y rendir cuentas a la hora de tomar decisiones en una Smart city.

 

Aunque no es fundamental detallar o financiar esos requisitos desde el principio de una iniciativa de ciudad inteligente, si se ignoran, lo más probable es que la iniciativa fracase en cuestión de años y la prueba de infraestructura de varias décadas falle.

La infraestructura de gestión del cambio

Los elementos esenciales para una iniciativa de Smart city son: un buen marco de planificación y una hoja de ruta direccional.

Hay que construir capacidades de uso general que sean reutilizables, ya que facilitarán el soporte de muchas aplicaciones.

También, exigir estándares abiertos durante el proceso de adquisición es bueno, ya que fomenta las ofertas competitivas y reduce el riesgo de bloqueo tecnológico y de proveedores. Sin olvidar que los estándares abiertos significan además que un sistema de ciudad inteligente puede crecer con el tiempo.

Anteriormente, el personal operativo recibía datos semanales o mensuales sobre los activos de la ciudad, pero ahora, con las capacidades de IoT, se pueden monitorear y controlar los activos de la ciudad en tiempo real.

 

 

Por último, hay que incluir a los ejecutivos y gerentes financieros en el proceso, ya que su participación es importante para adoptar la hoja de ruta de infraestructura 'hard-to-soft' al ser los responsables de financiar futuras implementaciones y costos de funcionamiento.

 

Así que no hay que olvidar que lo mejor es contar con una estrategia de largo plazo y que la infraestructura sea adaptable. Los proyectos de solución rápida quedaron atrás.

 

Con información de iotbusinessnews.com