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El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore realizó el primer experimento de fusión controlada en la historia.

 

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Por primera vez, científicos del Departamento de Energía de Estados Unidos produjeron ignición por fusión, lo que revolucionaría la producción de energía en el mundo, para obtenerla de manera más limpia y barata.

El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL), dependiente del departamento, informó que el experimento en el que trabajaba desde hace 60 años, “produjo más energía de fusión que la energía láser utilizada” para provocar la reacción.

 

 

El 5 de diciembre, un equipo de la Instalación Nacional de Ignición (NIF, en inglés) del LLNL realizó el primer experimento de fusión controlada en la historia, lo que respaldará el Programa de administración de existencias de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA, en inglés).

 

El Dr. Kim Budil, director del LLNL, manifestó que “la búsqueda de la ignición por fusión en el laboratorio es uno de los desafíos científicos más importantes jamás abordados por la humanidad, y lograrlo es un triunfo de la ciencia, la ingeniería y, sobre todo, de las personas”.

 

Con este avance, se espera que se proporcionen conocimientos invaluables sobre las perspectivas de la energía de fusión limpia, lo que también apoyará el plan del presidente Joe Biden por lograr una economía carbono cero en el país.

 

¿Qué es la fusión nuclear?

La fusión nuclear es un proceso hecho por el hombre que replica la misma energía que alimenta al Sol. Es considerada una fuente de energía limpia, abundante y segura, ya que no genera dióxido de carbono (CO2), produce menos desechos radiactivos que la energía nuclear conocida hasta ahora y no conlleva riesgos de accidentes.

Y aunque este anuncio pasará a la historia, el camino es muy largo aún antes de una demostración a escala industrial y comercialmente viable, señaló el jefe de proyecto de la Comisión de Energía Atómica (CEA) de Francia, Erik Lefebvre, a AFP.

Pues consideró que debido al estado de desarrollo, falta aún para que los proyectos sean comerciales, 20 o 30 años de trabajo, por lo que el nuevo resultado no representa una solución inmediata a la crisis climática y a la necesidad de transición rápida de energías fósiles.