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Considerando las afectaciones económicas que ha generado la actual coyuntura, el notariado de la Ciudad de México trabaja para incentivar al sector inmobiliario.

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El acceso a los servicios notariales es un derecho que la Constitución Política de la Ciudad de México protege en su artículo sexto. Por tal motivo, resulta relevante el análisis de su funcionamiento en la actual coyuntura de emergencia sanitaria declarada por el Consejo de Salud de la Ciudad de México el 31 de marzo pasado en la Gaceta Oficial, por la epidemia del COVID-19.

Ante la emergencia sanitaria, en la Ciudad de México se consideró a la función notarial como una actividad esencial en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México del 1o de abril. Lo anterior significa que los servicios notariales deben prestarse en cualquiera de los niveles del Sistema de Alerta Sanitaria, siempre sujetándose a las recomendaciones y lineamientos técnicos de seguridad sanitaria que han establecido los órganos de gobierno y nuestro Colegio de Notarios.

Dentro de dichas medidas, destaca la atención a distancia para cualquier persona al inicio de los procesos notariales; es decir, la gestión de trámites vía remota, a través de llamadas telefónicas o video-llamadas. Se trata de reducir en lo posible la atención presencial, otorgando ésta sólo cuando sea indispensable, como lo es en la conclusión del proceso notarial con la firma del interesado en el protocolo.

Ahora bien, considerando las afectaciones económicas que ha generado la actual coyuntura, el notariado de la Ciudad de México, en coordinación con las autoridades de gobierno, hemos trabajado para, de alguna manera, incentivar al sector inmobiliario dándole continuidad a los diversos actos jurídicos relacionados. Sabemos que es un sector muy importante en el círculo económico de cualquier ciudad, por lo que en el notariado seguimos trabajando para que la actual situación afecte lo menos posible a sus distintos actores. 

Para llevar a cabo las firmas de escrituras en las notarías, se han implementado por parte de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales y el Colegio de Notarios, una serie de pasos a seguir que a continuación se mencionan: Los interesados en procesos notariales inmobiliarios recibirán de manera remota preferentemente la asesoría jurídica, explicación y resolución de dudas.  Posteriormente harán llegar, por la misma vía, a la notaría los documentos necesarios para la apertura del expediente y dar inicio al proceso, con la reserva de que sean entregados los documentos originales antes de la firma.

Posteriormente, el notario gestionará la mayor parte de los documentos previos al otorgamiento de la escritura por vía telemática. Entre esos documentos, tenemos el certificado de gravámenes, constancias de folios reales, constancias de no adeudo de impuesto predial, constancias de no adeudo de derechos por suministro de agua, certificado único de zonificación de uso de suelo. El avalúo se podrá entregar por el usuario, o el notario solicitarlo con un valuador autorizado por Tesorería. Mismo caso para la obtención de actas de matrimonio, capitulaciones matrimoniales y cualquier tipo de acta del registro civil; entre otros documentos que se requieran tramitar físicamente.

Una vez obtenidos todos los documentos y elaborado el proyecto de escritura en el que se haga constar él o los actos jurídicos de los que se dará fe, los interesados acudirán, previa cita, a la notaría para la firma de la escritura. En la firma se observarán en todo momento las recomendaciones y lineamientos de seguridad sanitaria como el uso de cubre bocas durante su estancia en la notaría, que los comparecientes se encuentren a una distancia de por lo menos un metro y medio en la sala de firmas, el uso continuo de gel antibacterial y que  los comparecientes porten su bolígrafo para que no compartan el mismo.

Firmada la escritura y efectuado el pago de impuestos y derechos, se emitirá el testimonio del instrumento, el cual será enviado telemáticamente al Registro Público de la Propiedad para su inscripción. Así es como los servicios notariales se aseguran mediante el uso de medios telemáticos para atención inicial, mientras que para la firma de los instrumentos, la entrega o recolección de documentos se puede acudir a la notaría observando las normas sanitarias correspondientes.

Como parte de la función social con la que estamos comprometidos los notarios, la actividad notarial se adapta a la nueva normalidad, a fin de garantizar el derecho al servicio notarial y a la inscripción registral de diversos actos jurídicos destacando los de bienes inmuebles. Con ello, apoyamos al desarrollo de los sectores fundamentales de la economía, pues estamos convencidos que después de superar la pandemia, nuestra Ciudad y nuestro país saldrán fortalecidos para bien de la población y las familias.

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Notario 132 de la Ciudad de México
https://colegiodenotarios.org.mx/