El precio medio de venta de una vivienda en Estados Unidos fue de 440,997 dólares en mayo de 2025, un aumento interanual de apenas 0.7%, el crecimiento más lento registrado desde junio de 2023.
Indicaron que este enfriamiento ocurre en un contexto de desajuste entre la oferta y la demanda. Hoy en día hay más propietarios interesados en vender que personas dispuestas a comprar, lo que presiona los precios a la baja y reduce la competencia.
¿Qué está provocando esta desaceleración?
La principal razón es el alto costo de acceso a una vivienda. Las tasas hipotecarias siguen cerca del 7%, lo que eleva significativamente los pagos mensuales y desincentiva la compra, especialmente entre los compradores primerizos. Además, la incertidumbre económica hace que muchos pospongan decisiones importantes como adquirir una propiedad.
Mientras tanto, el inventario de viviendas en venta sigue creciendo. En mayo, los listados activos aumentaron un 16.2% interanual, el mayor nivel desde marzo de 2020. Sin embargo, muchos de estos inmuebles permanecen más tiempo en el mercado: Una casa promedio tardó 38 días en venderse, casi una semana más que hace un año.
¿Qué está pasando en las grandes ciudades?
El mercado de la Florida, por ejemplo, enfrenta una combinación de factores que debilitan su dinamismo: Aumento en la construcción, alza en los seguros y eventos climáticos extremos. En ciudades como Miami y Fort Lauderdale, las ventas cayeron hasta 23% anual y las viviendas tardan más en colocarse.
Poder de negociación cambia de manos
En este nuevo entorno, los compradores comienzan a tener más poder de negociación. Solo el 31.2% de las viviendas vendidas en mayo lo hicieron por encima del precio de lista, el porcentaje más bajo para ese mes en cinco años. Algunos agentes incluso sugieren que los vendedores podrían tener que ofrecer descuentos o concesiones para cerrar una operación.
También, crecen las cancelaciones de contratos: En mayo se anularon alrededor de 59,000 operaciones, equivalentes al 14.6% del total. Es la tasa de cancelación más alta en un mes de mayo desde 2017.
Perspectivas: ¿seguirán bajando los precios?
Aunque muchos propietarios aún prefieren mantener sus inmuebles —e incluso rentarlos antes que venderlos con descuento—, el equilibrio se inclina lentamente hacia los compradores. Las oportunidades podrían crecer para quienes buscan vivienda, pero aún enfrentan el reto de un financiamiento costoso.
En suma, el mercado ya no es tan favorable para los vendedores. Y aunque los precios siguen altos, el ritmo lento de crecimiento, la acumulación de inventario y la falta de urgencia de los compradores están definiendo una nueva etapa: La de la pausa inmobiliaria.