En medio de un mercado inmobiliario enfriado por los altos precios y el encarecimiento de los créditos, el presidente Donald Trump planteó una medida inédita: extender el plazo de las hipotecas a 50 años con el objetivo de abaratar los pagos mensuales y facilitar el acceso a la vivienda.
Trump dio a conocer la idea a través de su red Truth Social, donde compartió una imagen comparando a Franklin D. Roosevelt, impulsor de las hipotecas a 30 años en 1934, con una suya bajo el lema “Hipotecas a 50 años”. El gesto alude al precedente histórico de Roosevelt, quien durante la Gran Depresión transformó el sistema hipotecario para reactivar el mercado inmobiliario y facilitar el acceso a la vivienda.
Actualmente, en Estados Unidos las hipotecas a 30 años son el estándar, pero con los precios de la vivienda en niveles récord y tasas hipotecarias elevadas, la edad promedio de los compradores por primera vez alcanzó los 40 años, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. El plan de Trump pretende revertir esa tendencia reduciendo la carga mensual de los préstamos, aunque esto implicaría pagar mucho más en intereses a lo largo del tiempo.
La iniciativa, sin embargo, ha generado críticas incluso dentro del Partido Republicano. La congresista Marjorie Taylor Greene calificó la medida como “una forma de endeudar de por vida a los estadunidenses”, argumentando que solo beneficiará a bancos y constructores. En la misma línea, la analista Maggie Anders, del grupo libertario Foundation for Economic Education, sostuvo que “el verdadero problema no son los plazos, sino la falta de oferta de vivienda asequible”, y abogó por políticas de desregulación para aumentar la construcción.
Con información de laopinion.com y msn.com


