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ROGERS: PRITZKER Y LEÓN DE ORO PARA UN LORD.

Con el León de Oro a la Trayectoria otorgado por el consejo de la Bienal de Venecia y con el Premio Priztker 2007 no hay dudas de que éste es el año de gran cosecha de vida para el arquitecto Sir Richard Rogers.

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Richard Rogers, uno de los arquitectos más influyentes del escenario mundial del siglo XX, cumple 30 años de actividad profesional con su empresa y celebra con todos los honores. Acaba de recibir dos de los máximos galardones internacionales al que puede aspirar un arquitecto vivo: el Premio Pritzker a la arquitectura y el León de Oro a la Trayectoria (Golden Lion forLifetime) otorgado por el consejo de la Bienal de Venecia, como reconocimiento a su trabajo en las ciudades.

El arquitecto y urbanista de 73 años es el cuarto británico en recibir el importante galardón y uno de los arquitectos más significativos en darle forma al siglo XX hasta hoy. Entre sus proyectos más icónicos se encuentran el Centro George Pompidou de París, la casa matriz del Banco Lloyds y el Domo del Milenio en Londres, y el Aeropuerto Barajas de Madrid. Este último, además de ser el edifi cio más grande de su carrera hasta ahora, acaba de recibir el Premio Stirling del prestigioso instituto británico RIBA (Royal Institute of British Architects), que es como el “Oscar” de la arquitectura. Entre los nominados se encontraba otro edificio de su firma, el recientemente inaugurado Parlamento de Gales, en Cardiff.

EL PRITZKER

El propósito del Premio Pritzker es honrar cada año a un arquitecto vivo, cuyo trabajo construido demuestre la combinación de las cualidades de talento, visión y compromiso, que hayan producido signifi - cativas y consecuentes contribuciones a la humanidad y al medioambiente a través del arte de la arquitectura. El premio es el mayor honor de la profesión en el mundo y, además del prestigio, el premiado recibe 100 mil dólares y una medalla de bronce.

Al anunciar la decisión del jurado, Thomas J. Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, emisora del premio, sintetizó: “Una consistente búsqueda de las más altas metas en la arquitectura; la interpretación única de la fascinación del Movimiento Moderno con el edifi cio como máquina; un interés en la claridad y la transparencia arquitectónica; la integración de los espacios públicos y privados; un compromiso por responder a las dinámicas necesidades de los usuarios, son algunos temas recurrentes en su trabajo”.

Rogers ayudó a crear y definir el estilo que hoy conocemos como modernismo high-tech, con el logro particular de mantener el sentido de los elementos arquitectónicos desde el punto de vista humano tanto como ambiental. Sus edificios o proyectos resultan verdaderos iconos en su contexto, e incluyen el compromiso social y ecológico, incorporado al diseño. Su interés en los espacios interiores ininterrumpidos lo llevó a ser uno de los líderes mundiales en la tradición funcionalista.

HITOS E ICONOS

Rogers, el cuarto arquitecto británico en recibir el premio, adquirió visibilidad internacional desde la construcción del Centro Georges Pompidou en París, uno de sus primeros proyectos que llevó a cabo en sociedad con el italiano, también Pritzker, Renzo Piano. Su estructura exhibicionista de los servicios en la fachada, la exaltación de la tecnología aplicada a la flexibilidad del uso del edifi cio, ha superado la moda y revolución del diseño para probar ser uno de los edificios más destacados del siglo. El Pompidou resultó un centro cultural que en su millón de pies cuadrados alberga diferentes actividades, tales como museo, biblioteca, centro de diseño industrial, de música e investigación acústica, que según los jurados del Pritzker “revolucionó los museos, llevó a la gente lo que fueran monumentos de elite en un lugar de intercambio cultural que revivió el corazón de París”.

Ya establecido con su firma londinense, Richard Rogers Partnership, llevó a cabo las ofi cinas centrales del Banco Lloyd en Londres, que se transformó en otro hito urbano del siglo XX con “reputación de maestría no sólo por ser un edificio enorme sino también por su marca registrada en expresionismo arquitectónico”, afi rmó el mismo jurado. Además, destacan las similitudes en ambos edificios, y dicho jurado afirma que “Rogers combina su amor por la arquitectura con un profundo conocimiento de técnicas y materiales constructivos. Al exponer de manera visible y diseñada su infraestructura mecánica y constructiva en los edificios, revela una fascinación por la tecnología que no es meramente un efecto artístico, sino un eco claro del programa del edificio y una significación de una arquitectura más productiva para los usuarios a los que sirve. Su excelencia en efi ciencia energética y sustentabilidad tiene un efecto perdurable en la profesión”.

 Rogers quiere que lo reconozcan por sus edificios llenos de luz, livianos en peso, flexibles, con bajo uso de energía, “legibles”, porque permiten “leer” cómo se armó. “Así se hace el ritmo y la poesía en la arquitectura”, había enunciado. Su estudio tiene un perfil que se monta en el futuro tecnológico, acompañado de una estética basada en la elegancia, creatividad, un diseño prodigioso, pero con una meta primaria de brindar solución a las necesidades y problemas sociales y ecológicos existentes en cada caso, para satisfacer las necesidades de todos los niveles de la sociedad y en el largo plazo, lo que incluye por supuesto minimizar el impacto medioambiental, visual y social. La búsqueda está orientada hacia la utilización del menor material posible, con construcciones lo más funcionales posibles, que respondan a nuevos requisitos sustentables en los cuales se respete la siguiente ecuación: que los ingresos igualen a los egresos.

COMPROMISO Y FILOSOFÍA

 Rogers es pionero en la arquitectura sustentable y de integración. Desde 1980 comenzó a hablar sobre temas sociales y ambientales de maneras que hoy parecen preclaras. Ya en 1995, ante la BBC, Rogers habló apasionadamente sobre la crisis ambiental: “La vida humana siempre ha dependido de las variables de población, recursos y entorno. Hoy tenemos quizás a la primera generación en enfrentar el impacto simultáneo de la expansión de la población, agotamiento de los recursos y erosión del entorno. Hoy, aunque es de conocimiento común, todavía (increíblemente) la expansión industrial prosigue sin que se consideren estos problemas. Históricamente, las sociedades que no lograban resolver sus crisis ambientales emigraban o se extinguían. La diferencia vital de hoy es que la escala de la crisis no es más regional, sino global: incluye a toda la humanidad y todo el planeta”. Recientemente declaró: “La sustentabilidad siempre ha sido parte de nuestro trabajo porque no puede ser separada de la arquitectura. La raza humana está erosionando la tierra y creo que no nos hemos dado cuenta del limitado número de años que tenemos antes que vayamos a tener serios problemas ambientales. Ahora ya es un problema urgente.”

El reconocimiento del Pritzker 2007 lo ayudará a difundir su mensaje de sustentabilidad. “Con problemas tan numerosos como profundos, en lugar de desapegarnos anestesiando nuestras conciencias, lo mejor que podemos hacer es disminuir la catástrofe a través del reconocimiento de las condiciones humanas existentes y la modificación de las mismas a través de prácticas e investigaciones racionales que apunten a solucionar los  problemas de manera sustentable”, enfatizó Rogers de manera concluyente este año. Reconoce el esfuerzo de todos los esfuerzos –tanto históricos como actuales– que promueven la toma de conciencia sobre el medioambiente y el cambio climático, tales como el Club de Roma o la película La verdad inconveniente de Al Gore, e insta a todos los actores sociales a aportar su cuota. Porque “si queremos continuar como raza humana tenemos que hacer que el globo sea sustentable. Cada uno de nosotros y en todos sus roles. Por ejemplo nosotros como arquitectos hicimos que el Parlamento de Gales utilice cincuenta por ciento de energía menos de lo esperado y muchos de los edificios que hacemos ya bajan los niveles de consumo de energía, haciendo de mediadores entre los edificios y el clima”.

RENACIMIENTO URBANO

Por otro lado, su filosofía quizá lo llevó a ser un reconocido urbanista. El jurado del Pritzker lo menciona como un campeón de la vida urbana y fi rme creyente en el potencial de la ciudad como catalizador del cambio social: “Soy un apasionado de las ciudades. Son los artefactos más complejos y muchas están en necesidad de revitalización”, explicó el arquitecto. Sobre su visión de las ciudades del futuro, proyecta que “dejarán de ser zonificadas como ghettos por tipo de actividad como ahora, para volver a vivir la riqueza multicapa de las ciudades del pasado, donde vivir, trabajar, comprar, aprender y relajarse se yuxtapondrán en una variedad continua en estructuras cambiantes”.

Rogers, quien ha pasado gran parte de su carrera dedicado al diseño de masterplanes de ciudades –sobre todo inglesas–, se declara como una persona urbana, y un creyente en las ciudades-estados. Entre sus encargos, el primer ministro inglés le asignó la dirección de la fuerza de tareas urbanas (Urban Task Force) para examinar el estado de las ciudades inglesas.

Ha instado al gobierno a darle a la regeneración urbana la misma prioridad que a salud y educación. En el reporte titulado “Hacia un renacimiento urbano” la fuerza de tareas sugiere medidas como reducción o anulación de impuestos en las zonas de  bajo nivel de desarrollo, persuadir a las agencias gubernamentales de liberar tierras no utilizadas, establecer fondos especiales para desarrollos urbanos en esas zonas, incluir las partes no utilizadas o en declive de la ciudad para bajar la presión de desarrollo en los suburbios y evitar la expansión descontrolada.

El grupo sugirió 105 recomendaciones que se están implementando como parte de la política pública, para hacer ciudades compactas, para vivir y trabajar, bien diseñadas, con conciencia del medioambiente, con transporte público eficiente (que priorice las personas a los autos privados) y arquitectura de calidad en los espacios públicos, buena calidad de vida y amigabilidad para sus habitantes.

Entre las medidas implementadas se pueden mencionar la reducción de veinte por ciento del permiso de acceso a los automóviles privados al centro de la ciudad, lo que redundó en un aire más limpio y renovación del parque automotor público. También se incluye la orden que obliga a los desarrolladores de propiedades residenciales a construir cuarenta por ciento de vivienda accesible en sus desarrollos residenciales, para evitar ghettos de ricos o de pobres. “No se puede separar lo social de lo físico. La pobreza urbana va de la mano de la exclusión social”, afirma.  

Estas acciones se circunscriben en lo que él dice se llama urban renaissance o renacimiento urbano. Si Londres habrá crecido en un millón y medio de personas más entre 1990 y 2020, la intención del desarrollo está orientada a las zonas no utilizadas en lugar de la invasión de áreas actualmente verdes; de manera intensiva y no extensiva, basándose en la idea de ciudades compactas, sobre las que Rogers compiló una serie de conferencias que devinieron en el libro Ciudades para un pequeño planeta.

UNA FIRMA INSTITUCIONALIZADA

Apenas en abril amplió su equipo directivo y se renombró como Rogers Stirk Harbour + Partners (RSHP), que hoy tiene oficinas en Londres, Barcelona, Madrid y Tokio, en las cuales emplea más de 140 personas. Actualmente están involucrados en proyectos de gran escala, como el aeropuerto internacional Heathrow, Terminal 5; la Torre 3 del World Trade Center –cartel con Norman Foster y Fumihiko Maki–, el complejo Centro de Conferencias Jacob K. Javits, entre otros masterplans en Nueva York, Londres, Lisboa, Granada, Roma y Seúl, Corea. Con un sistema de promoción estudiantil y una continua cultura de aprendizaje que le han permitido una reputación ejemplar como organización humanista y progresiva y una fi losofía de “Think Tank” o tanque de ideas en todos los niveles, que incluyen foros de discusión públicos sobre los proyectos, ha permitido que los líderes en administración y diseños colaboren con las experiencias individuales de una manera casi “colegiada”.

Sus edificios abarcan numerosos tipos, escalas, continentes, así como diferentes formas de colaboración creativa, pero todos los proyectos están unificados por un rigor formal y una comprensión profunda de las necesidades de sus habitantes.