|  

Durante el primer trimestre del 2008, la industria de la construcción en su conjunto se mantuvo estancada, apenas creció 0.1 por ciento anual; un desempeño muy pobre considerando la dinámica de la edificación y toda la expectativa que ha generado el plan sexenal de infraestructura.

25 No me gusta17
La construcción, una industria que no termina de despertar  

Durante el primer trimestre del 2008, la industria de la construcción en su conjunto se mantuvo estancada, apenas creció 0.1 por ciento anual; un desempeño muy pobre considerando la dinámica de la edificación y toda la expectativa que ha generado el plan sexenal de infraestructura.

Es por todos conocidos que el desarrollo económico de nuestro país no puede concebirse sin la evolución de la industria de la construcción. Sin embargo, tal parece que esta actividad resintió durante el primer trimestre del 2008 el bajo ejercicio del Presupuesto de Egresos de la Federación en materia de infraestructura.

Sin duda esta información sorprendió cuando desde febrero del año en curso, el gobierno federal formalizó el lanzamiento de un Fondo Nacional de Infraestructura como parte de un plan nunca antes visto, y que puso de inmediato en marcha obras en infraestructura carretera.

Asimismo, debemos recordar que la edificación venía creciendo por encima del promedio de la economía y de la mano con ella destaca la aceleración en la provisión de servicios públicos, por ello nos preguntamos ¿qué está pasando?

 

Números fríos

En primera instancia, debemos considerar que parte del pobre crecimiento  del Producto Interno Bruto (PIB) de la industria de la construcción durante el primer trimestre de 2008 tiene un efecto estacional, por un menor número de días laborados.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue muy clara al señalar que este resultado se vio influido por el hecho de que en 2007, el periodo de la Semana Santa se ubicó en abril, mientras que el del año actual se presentó en marzo, teniéndose en el primer trimestre de 2008 un menor número de días laborables que en el mismo trimestre del año anterior.

Por ejemplo, el PIB nacional creció 2.6 por ciento, pero una vez descontado el efecto estacional de la Semana Santa, el incremento se vuelve de 3.7 por ciento en el primer trimestre del año.

Algo importante a resaltar es que hace un año, durante el primer trimestre, la industria en su conjunto creció 2.6 por ciento y en ese momento no había ningún plan de inversión en infraestructura, mientras que ahora que ya existe no se creció nada en el trimestre inicial del 2008.

A pesar del resultado de la Industria de la construcción en particular, César Rafael Castro, director de Análisis Económico del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), señaló que el momento de la industria de la construcción es bueno, “porque viene repuntando el gasto público, pero por el efecto de la Semana Santa y por el subejercicio del gasto público, tuvimos un crecimiento casi nulo en el primer trimestre, pero la expectativa es muy alentadora”, dijo.

De acuerdo con información del INEGI, durante enero del año en curso, este sector solamente creció 1.0 por ciento, en febrero 6.0 por ciento y en marzo se contrajo a su vez 6.0 por ciento, debido a la menor construcción en edificación, y en obras de ingeniería civil u obra pesada. Esta contracción se asoció a una menor demanda de tubos y postes de hierro y acero, arcillas y minerales refractarios, estructuras metálicas, concreto, productos de asfalto y accesorios eléctricos.

Por su parte, la consultoría CAPEM pronosticó que en abril creció 6.6 por ciento, en mayo 2.8 por ciento y en junio 3.1 por ciento.

 

Expectativa de crecimiento

El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Humberto Armenta González, sostuvo desde marzo pasado que la industria de la construcción crecerá en 2008 entre 4.0 y 4.5 por ciento, pese a que las autoridades financieras del país redujeron su meta de crecimiento económico y del riesgo de recesión en Estados Unidos.

En el marco del pasado Congreso Mexicano de la Industria de la Construcción, señaló que “la confianza de los constructores para alcanzar este ritmo de crecimiento, se sustenta en las políticas públicas implementadas por el Ejecutivo Federal, tales como las 10 medidas de apoyo para la economía, el Programa Nacional de Infraestructura y el Fondo Nacional de Infraestructura”.

Al respecto, César Rafael Castro dijo que parte de esa buena expectativa se sustenta en los planes de desarrollo de infraestructura que trae el gobierno, donde le están metiendo mucho al sector energético. Por el lado del sector público lo vemos muy fortalecido, pero del lado del sector privado se ha moderado en parte por la amenaza de desaceleración de la actividad económica de Estados Unidos, apuntó.

Agregó que debemos reconocer que la industria de la construcción depende mucho del mercado doméstico, pero la parte no residencial sí se ve influida por el ciclo americano, afirmó el especialista de CAPEM.

Por ejemplo, como no hubo excedentes petroleros al inicio del año, no se repartieron más recursos a los Estados y ello puedo limitar en cierta manera la inversión en infraestructura.

Sobre las expectativas de crecimiento, Castró señaló que en CAPEM son más conservadores respecto a la CMIC, al pronosticar un crecimiento de 2.7 por ciento, determinado por 0.1 por ciento de crecimiento del primer trimestre, un esperado de 4.1 por ciento en el segundo trimestre; de 3.2 por ciento para el tercer trimestre y de 3.4 por ciento para el último trimestre.

Agregó que las actividades vinculadas a la industria, aquellas que les suministran insumos, como el cemento o concreto, están optimistas en que repunte la industria de la construcción en su conjunto y por ello esperan que crezcan por arriba del promedio de la economía. El CAPEM pronostica que el PIB en su conjunto crezca 2.4 por ciento en todo el año.

 

Generación de empleo

El presidente de la CMIC hizo referencia a que dado el pronóstico de crecimiento del sector que tiene la misma cámara, la generación de empleos del mismo será de 300 mil en 2008; lo que viene a representar una tasa de crecimiento anual de 53.3 por ciento respecto a la generación del año 2007, cuando fueron 160 mil fuentes de trabajo creadas.

Sin embargo, las cifras conocidas hasta el momento (cuatro primeros meses del año) demuestran una clara desaceleración en la generación de empleos del sector.

Las cifras de la Secretaría del Trabajo son muy claras. El número de trabajadores asegurados al IMSS de este sector totalizaron hasta abril pasado un millón 208 mil 300, cifra que comparada con igual periodo del año pasado significa un crecimiento de apenas 2.1 por ciento, contrastando fuertemente con el ritmo de crecimiento que sostenían un año atrás cuando era de 10.5 por ciento.

Estos números indican que solamente se generaron 24 mil 500 plazas formales entre abril del 2007 y abril del año en curso.

Los resultados conocidos hasta el momento, tanto en términos de actividad productiva como en generación de empleo de la industria de la construcción, son muy claros y prueban definitivamente que el programa sexenal de infraestructura en general y los presupuesto para los proyectos carreteros y de transporte licitados en lo que va del año, aún no están impactando en la economía porque al cierre del    primer trimestre todavía no estaban en operación.

 
Boca Pichilingue, Acapulco.

Expectativa en duda

Dado el comportamiento del sector en el arranque del año, es natural que surjan dudas entre analistas e incluso entre constructores de poder lograr el crecimiento de entre 4.0 y 4.5 por ciento que la CMIC pronosticó. Las expectativas del CAPEM antes señalados así lo demuestran.

De acuerdo con un artículo publicado por el periódico El Financiero, firmado por Isabel Becerril, “la sobrerregulación existente en el país ha ocasionado un subejercicio en el mencionado programa -anunciado por el gobierno calderonista como una de las acciones anticíclicas para enfrentar la desaceleración en Estados Unidos; que la industria de la construcción, pivote de la economía, haya crecido sólo 0.1 por ciento en el primer trimestre, y que sus metas de avanzar 4.5 por ciento para el cierre de 2008 estén en riesgo de cumplirse”. La fuente consultada agregó que de los 353 mil 775 millones de pesos para el desarrollo de proyectos de infraestructura que incluye a los sectores carretero, ferroviario, portuario y energético, principalmente, en lo que se refiere a recursos comprometidos para el primer trimestre-, se registró un retraso de 29 mil millones”.

De acuerdo con una entrevista realizada por El Financiero con el presidente de CMIC, “los recursos que se tienen planteados para inversión en infraestructura: 350 mil millones de pesos son inversión presupuestaria; 150 mil millones, inversión impulsada (combinación de los recursos públicos con el capital privado); 280 mil millones, desarrollo de vivienda e infraestructura turística, dan para que la industria cierre el año con un crecimiento de 4.0 a 4.5 por ciento”. Sin embargo, para finalizar, “Armenta González acusó que los obstáculos normativos han impedido la concreción    de los proyectos de inversión en infraestructura”.

Por lo expuesto, todo parece indicar que desde el segundo trimestre del año en curso, la industria de la construcción tendrá un mejor desempeño respecto al trimestre inicial. Sin embargo, hay temores fundados de que no   se logre alcanzar la tasa de crecimiento de 4.0 a 4.5 por ciento, aunque es   muy probable que se logre crecer a un ritmo superior al de la economía en su      conjunto.