Aunque el impacto general de esta coyuntura aún es de pronóstico reservado, ya se pueden sentir algunos efectos que particularmente impactan a los desarrolladores, como lo son los precios de materiales -entre ellos el acero- y de la maquinaria, lo que podría elevar los costos de construcción y afectar la rentabilidad de los proyectos.
A pesar de ello, los socios de la ADI mantienen su compromiso con México, proyectando una inversión a nivel nacional de 13 mil millones de dólares.
Sin embargo, los inversionistas y los desarrolladores deben mantenerse atentos a la evolución de este panorama para tomar decisiones estratégicas acertadas. La diversificación de mercados y la innovación financiera se han convertido en herramientas fundamentales, destacando el uso de bonos verdes y la atracción de inversiones sustentables para financiar proyectos de alto impacto ambiental y social.
El fortalecimiento del nearshoring ha permitido que rubros como la electromovilidad y las energías renovables se posicionen como focos clave para la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED). Además, el Gobierno federal ha ofrecido estímulos fiscales para la reubicación de empresas, entre los que se encuentran la deducción inmediata a inversiones en bienes nuevos en sectores estratégicos como la construcción, el transporte, la tecnología y la manufactura. Adicionalmente, el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 contempla la creación de 10 corredores industriales y 100 nuevos parques industriales, lo que reforzará la infraestructura para atraer más Inversión Extranjera Directa (IED).
Se estima que por cada mil metros cuadrados de construcción industrial se requieren 30 viviendas, lo que plantea una inmejorable oportunidad para el desarrollo habitacional en regiones con alto potencial como Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora, Jalisco y Guanajuato. Aunado a esto, está el compromiso del Gobierno federal de construir 1 millón de viviendas durante este sexenio y de destinar una inversión de 3 mil millones de dólares, consolidando al sector de vivienda como una de las actividades prioritarias para esta administración.
Por su parte, el turismo se mantiene como un motor clave de la economía nacional. Muestra de ello son las 38 mil habitaciones de hotel en desarrollo y la creciente demanda de propiedades para renta vacacional en destinos de playa y ciudades, además del desarrollo de destinos emergentes como Bacalar, Mazatlán, Huatulco y la Riviera Nayarit, lo que representa una oportunidad para atraer turistas e inversionistas interesados en experiencias sostenibles y de alto valor. Asimismo, el turismo médico sigue posicionando a México entre los cinco destinos globales más relevantes, con inversiones en resorts especializados en ciudades como Mérida, Los Cabos y Querétaro.
Bajo una visión ética y responsable de sostenibilidad a largo plazo, en la ADI estamos impulsando al sector a intensificar sus esfuerzos en la adopción de certificaciones internacionales como EDGE y LEED, promoviendo la eficiencia energética y el uso responsable de los recursos. La implementación de tecnologías avanzadas para monitorear metas ASG y el desarrollo de software para la optimización del uso de materiales son tendencias en crecimiento.
Sin bien tenemos muchos retos por delante, estamos convencidos que, como sector y como país, tenemos la capacidad y resiliencia suficientes para enfrentarlos; y para poder mitigar los efectos adversos de políticas y aconteceres internacionales, tanto el Gobierno como el sector inmobiliario debemos trabajar coordinadamente para generar condiciones de seguridad jurídica, de agilización de permisos de construcción y el fortalecimiento del intercambio comercial con Estados Unidos.
En este reto, la inversión en infraestructura sostenible y la atracción de capital extranjero serán esenciales para consolidar el crecimiento y la estabilidad del sector en los próximos años.
Si se logra un enfoque estratégico y políticas adecuadas, México tiene el potencial de convertirse en un líder en desarrollo inmobiliario sustentable y atractivo para la inversión global.
Texto:Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios
Foto: REM