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Durante su conferencia en un evento inmobiliario, el también docente de la Universidad de Yale sentenció que deben apoyarse a empresas y trabajadores en la crisis.

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El expresidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León tuvo un regreso discreto pero simbólico.

Ante el choque entre la oferta y la demanda mundial por los insumos debido a la crisis por el COVID-19, se desencadenará una espiral depresiva en la economía, por lo que evitarla debería ser el mayor desafío en las políticas económicas en todo el mundo y ciertamente, en América Latina.

“Se deben aplicar enfoques diferenciados entre y hacia dentro de los sectores formales e informales de nuestras economías. Cada país debe determinar qué instrumentos fiscales tienen a su disposición. Para las empresas y los trabajadores del sector formal, se debe considerar el aplazamiento o la controlación (sic) de contribuciones al IMSS e incluso subsidios directos para nómina (…) para la preservación del empleo”, destacó el expresidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León.

Agregó que en el sector informal se deben implementar transferencias directas de efectivo a los trabajadores. “Se trata de improvisar un seguro de desempleo, sin precedentes, para nuestra región. Que se detenga la caída catastrófica del empleo, al tiempo que se le pone un piso a la caída del ingreso laboral evitando así una prolongada contracción económica”.

Caída de la economía

Durante una conferencia que dictó en el Congreso Inmobiliario InCon que organizó Vivanuncios, argumentó que “no debe soslayarse que sin el apoyo al empleo y demanda agregada, la contracción de los ingresos fiscales y su impacto en el déficit fiscal sería inmensa. Aunque el apoyo a los ingresos laborales deberían ser la principal para prevenir una depresión prolongada, la ayuda para las empresas también es fundamental”.

Además, expresó, será necesario activar mecanismos temporales para otorgar créditos suficientes donde los bancos nacionales de desarrollo y bancos centrales desempeñen un papel en este frente, para lo cual será importante la transparencia, reglas claras y ausencia de “decisiones discriminatorias y discrecionales”, ya que si no se apoya a trabajadores y empresas, los sistemas bancarios colapsarán:  

“Deben tomarse medidas ante la quiebra de empresas, que no teniendo problemas estructurales, podrían dejar de existir debido a la recesión por la falta de liquidez en la economía. Los gobiernos deben tener en cuenta que si no se evita una quiebra generalizada de empresas, la próxima presa de la crisis podría ser el sistema bancario. Si éste llegar a fallar, la totalidad del sistema de pagos, de hecho toda economía, colapsaría irremediablemente”, sentenció.

Impuestos por contaminación

Sugirió que a los actores económicos que generan una contaminación de  CO2, se les cobre un impuesto especial, el cual no sería gravoso para la economía, el cual sería aplicado en una etapa posterior por los poderes ejecutivos en la región para paliar la caída en la economía y al mismo tiempo preservar al planeta.

Reflexionó que se deben sopesar las decisiones políticas y sacrificar la popularidad política ante los desafíos para preservar vidas y no votos durante la época de la pandemia:

“Lo que quedaba por ver (en marzo de 2020) era tomar las decisiones correctas. Independientemente de sus consecuencias para la popularidad de corto plazo de los gobiernos o para los márgenes de acción política deseados para ganar votos y no para salvar vidas y empleos”.

El también catedrático de la Universidad de Yale fustigó las políticas económicas de la Presidencia de Donald Trump, lo cual afectará también a los socios comerciales de México, aunque de éste último, guardando la corrección política y cuidando una regla de oro de los expresidentes en nuestro país, dijo: “De México no opino”.