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El retrato 'Shot Sage Blue Marilyn' fue subastado por Christie ́s en Nueva York el 10 de mayo pasado, alcanzando 195 mdd.

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El retrato de Marilyn Monroe hecho en 1964, dos años después de su muerte, por Andy Warhol y titulado 'Shot Sage Blue Marilyn' fue subastado por Christie ́s en Nueva York el 10 de mayo de este año. Su precio alcanzó los 195 millones de dólares (mdd).

La pintura sobre serigrafía, de un metro por un metro, superó al Basquiat vendido en 2017 como la obra más cara del arte estadounidense (110 mdd), las Mujeres de Argel de Picasso (179 mdd) vendido en 2015 como la más costosa del siglo XX quedó en segundo lugar como la más cara de todos los tiempos vendida en subasta, solo detrás del Salvator Mundi atribuido a da Vinci (450 mdd) que fue comprada en 2017 por el príncipe heredero de Arabia Saudita.

 

Una buena noticia es que el cuadro fue vendido por la fundación suiza de Thomas y Doris Ammann, prestigiosos marchantes de arte ya fallecidos, la cual destinará el dinero a ayudar a niños pobres.

 

Un comprador anónimo utilizó al famoso galerista Larry Gagosian, o tal vez fue él mismo, para hacer la oferta que se inscribió en una temporada altamente lucrativa para el arte moderno y contemporáneo que lleva varios años rompiendo sus propios récords.

Pocos mercados son tan complejos e incomprendidos como el del arte, particularmente el de los siglos XX y XXI. Al no contar las obras con un valor intrínseco y en estos casos ni siquiera con una gran antigüedad –que para muchos añade valor por sí misma– o no poder demostrar un particular virtuosismo técnico ni provenir de un canon académico reconocido, el valor alcanzado depende de los movimientos del mercado en donde un puñado de galerías y las dos grandes casas de subastas, Christie ́s y Sotheby ́s, juegan un papel desproporcionado en la fijación de precios.

 

 

Ello se combina con el crecimiento en el número de millonarios sobre todo Rusia y China que tienen una gran propensión al coleccionismo de casas, autos yates y arte, lo que ha disparado el número y monto de las transacciones. En una paradoja entendible, a estos coleccionistas no les preocupa comprar caro en su afán de alejarse de fortunas menores y con el tiempo impulsar el precio de las obras de su propiedad.

 

 Fue subastado por Christie's, y el dinero será usado para ayudar a niños pobres.

 

Por su parte, Andy Warhol no está exento de polémica. Para muchos fue el principal exponente del pop art y además de sus icónicas imágenes como la lata de sopa Campbell ́s fue una especie de gurú de la modernidad congregando a artistas, intelectuales, celebridades y toda laya de personajes de la escena neoyorquina de los sesentas.

A su vez, la obra en cuestión tiene múltiples peculiaridades. En primer lugar está pintada sobre una serigrafía que proviene de una fotografía utilizada en la publicidad de la película Niágara de 1953. Esa fotografía fue intervenida por el propio Warhol cientos de veces.

 

Por ello es una imagen ubicua y sumamente conocida. Ha sido apropiada y reapropiada en cuadros, posters, objetos y ropa. Alex Rotter, el crítico de arte la ha comparado con las imágenes femeninas más populares de la historia, la Venus de Botticelli, la Mona Lisa de da Vinci y las señoritas de Avignon de Picasso.

 

La obsesión de Warhol por Marilyn comenzó antes de su muerte pero se intensificó con ésta. En los oscuros años sesenta del siglo pasado en el marco de la guerra de Vietnam, los asesinatos de los Kennedy y Luther King y las protestas estudiantiles, Marilyn era demasiado atractiva para ser ignorada: tenía belleza, talento, muchos amantes y un final trágico.

Además la serie se denomina 'shot' porque Dorothy Podder, una artista de performance amiga de Warhol, le pidió un vago permiso 'to shot the pictures' que éste malinterpretó como fotografiarlas. Pero Dorothy lo que hizo fue disparar con una pistola atravesando cuatro cuadros iguales apilados apuntando exactamente a la frente de Marilyn. El azul se salvó y es el único de la serie sin el balazo.

Con el paso de los años, la leyenda de Marilyn Monroe no ha hecho más que crecer. Y también la del multifacético Andy Warhol. Ahora el mercado del arte lo reconoce, por lo menos este año, en lo que en una nueva subasta se rompe este récord.