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Estas son las principales competencias que debe tener un profesional de la arquitectura; el cual, puede desarrollar edificaciones óptimas sin comprometer presupuestos.

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La construcción o remodelación de un inmueble implica mucho más que un cambio en el mobiliario, pintura o complementos inteligentes. Y es que la renovación o edificación requiere de una importante inversión y supervisión por parte de un arquitecto durante el diseño previo, la construcción y el mantenimiento posterior. La elección del profesional a cargo de la obra es una de las decisiones más importantes previas al arranque del proyecto: la experiencia en diferentes tipos de obra, el tiempo de respuesta, presupuesto y sobre todo la aplicación de nuevas tecnologías en la obra, son algunos de los puntos clave a considerar para selección del profesional a cargo del proyecto.

Ante la incertidumbre que existe en muchos casos al momento de contratar un arquitecto, expertos en el desarrollo de tecnologías para el sector de la construcción como Gustavo Carezzato, Director General de GRAPHISOFT México y Latinoamérica ofrece una serie de una serie de recomendaciones a considerar para integrar al arquitecto que mejor se adapte a las necesidades de quien lo solicite.

  1. Presupuesto: Es el punto de partida obligado, previo al arranque de la obra. Y es que aquí se comparan los servicios y costos que nos ofrece un profesional freelance o un despacho, aquí se cometen los errores más comunes como: asignar el proyecto a quien ofrezca el costo más bajo, sin considerar la calidad de los materiales y el tiempo estimado; así como las variables clave que, de no aplicarse de manera correcta, pueden duplicar el costo inicial de la obra.
  2. Estilo: Las tendencias en el sector de la construcción son una guía fundamental para conocer las opciones de diseño de una edificación, la mayoría de los arquitectos suelen tener estilos muy bien definidos, pero fácilmente adaptables al gusto del cliente, por lo que conocer de manera previa su trabajo observando fotos de los diferentes proyectos en los que haya trabajado, permite conocer y seleccionar aquel con estilos más afines a los nuestros.
  3. Reglamentos: Los permisos de construcción son uno de los factores que cambian más frecuentemente, debido al aumento de población y los espacios cada vez más reducidos. El desconocimiento de estos permisos puede derivar en multas y sanciones a la obra, por ello es clave que el arquitecto conozca las normas de construcción la zona, los riesgos estructurales y demás elementos que se determinan a partir del uso de suelo.

  1. No pensar plano: Uno de los grandes retos de cualquier profesional está en la forma de compartir y mostrar avances del proyecto, si bien los planos son el punto de partida para cualquier obra, la presentación de éstos de manera tradicional (2D) no tiene un beneficio real para el cliente, pues la interpretación de los mismos suele complicar mucho a quienes no están inmersos en la industria; en cambio, existen herramientas de visualización de planos en 3D, como la app BIMx de GRAPHISOFT que muestra de forma interactiva cada detalle de la construcción permitiendo a los involucrados contar con más elementos para tomar decisiones de cambios o ajustes en el proyecto.
  2. Incorporación de la tecnología: Así como el recorrido virtual de alta precisión es una herramienta clave para comprender la obra, el arquitecto que integra soluciones tecnológicas para pre-construir de manera digital está sin duda un paso adelante del resto de los profesionales. Conocida en la industria como tecnología BIM (Building Information Modeling por sus siglas en inglés) esta tecnología disponible en softwares como ARCHICAD de GRAPHISOFT que permite a los arquitectos anticipar escenarios que en un modelo 2D no se pueden detectar, eliminando así cualquier sobrecosto derivado de errores de cálculo en cuanto a material, estructuras, orientación de la obra y factores ambientales que pueden impactar de manera directa o indirecta. Esta innovación reduce hasta en un 50% el tiempo original estimado de construcción.