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Para lograr sus aspiraciones de sostenibilidad, Urban Forest tiene como objetivo el obtener una calificación de seis estrellas verdes, equivalente a LEED platino.

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La firma Koichi Takada Architects con oficinas en Sídney, ha anunciado el proyecto de una nueva torre residencial de uso mixto en el sur de Brisbane, Australia, que presentará una serie de estrategias de diseño sostenible y un jardín vertical densamente arbolado.

La edificación, nombrada Urban Forest, buscará convertirse en la torre residencial ‘más verde del mundo’ y, de acuerdo con el Plan Maestro presentado, el edificio de 30 pisos incluirá 382 apartamentos, un parque público abierto en la planta baja y una azotea de dos pisos con jardín y servicios residenciales.

En el último nivel, guiados los arquitectos en un espacio permeable que conecte la nueva intervención con el dominio público, se incluyeron una serie de columnas de formas orgánicas a juego con los troncos de los árboles que, más allá de proporcionar una característica atractiva con más de mil árboles y 29 mil plantas de 259 especies, las fachadas buscan convertirse en un componente dinámico y activo de un edificio sostenible, reduciendo la huella ecológica de la ciudad al brindar aislamiento térmico y solar natural.

Entre otras características sostenibles, están los paneles solares para generar energía renovable, jardines irrigados con agua de lluvia recolectada y recolección de aguas grises, compensación de carbono y el uso de materiales de bajo mantenimiento.

Para lograr sus aspiraciones de sostenibilidad, Urban Forest tiene como objetivo el obtener una calificación de seis estrellas verdes, equivalente a LEED platino.

Sobre el proyecto, el despacho Koichi Takada Architects explicó: “Desde la revolución industrial, nuestra sociedad se ha centrado en la producción en masa. Ahora es el momento de cambiar hacia la ecologización masiva […] Con el post Covid, es una gran oportunidad para hacer una pausa y repensar; no solo adaptarnos, sino cambiar el paradigma de industrial a natural. Necesitamos abrazar más la materialidad viva, la arquitectura viva. Una lección es darse cuenta de que todos somos seres vivos, estamos aquí para vivir, no para desafiar la muerte de alguna manera, nuestra arquitectura debería hacer lo mismo”.