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El presidente Felipe Calderón admitió que "es difícil" que las decisiones adoptadas en materia de recaudación "sean del gusto de nadie, ni del gobierno, mucho menos de los contribuyentes"
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Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- El presidente Felipe Calderón admitió que "es difícil" que las decisiones adoptadas en materia de recaudación "sean del gusto de nadie, ni del gobierno, mucho menos de los contribuyentes", pero aclaró que gracias a ellas es posible preservarla estabilidad macroeconómica del país. "Las medidas que ha tenido que tomar el gobierno son difíciles, sí, pero precisamente reflejan el sentido de responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas y nos permitirán atender nuestro compromiso de seguir apoyando a los mexicanos que menos tienen", afirmó. Dijo que esas medidas se hacen con un sentido de estabilidad económica y celebró que la inflación en México en 2009 se ubicó en 3.5 por ciento, que es el nivel más bajo, o el segundo más bajo en el país, "y eso que este dato ya incorpora los ajustes en el precio de algunos combustibles que se hicieron en el mes de diciembre". El titular del Ejecutivo reiteró su llamado a discutir entre todos cuál debe ser la reforma fiscal de fondo que necesita el país, y reconoció que es un debate complejo "que sólo puede ser constructivo en la medida que se asuman posturas responsables por parte de todos los actores políticos". Durante la presentación del estudio de la OCDE sobre el Proceso Presupuestario en México, acompañado por el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero; y el de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, aseveró que sí es posible mantener la estabilidad macroeconómica y la responsabilidad fiscal en el país. El mandatario recordó que 2009 fue un año "muy duro" para la economía nacional porque se enfrentó la peor crisis económica y la más severa recesión en el entorno internacional, así como la caída en los ingresos por concepto del petróleo. Hizo ver que ante esa situación fue necesario tomar decisiones complejas que implican sacrificios para las familias y "que es difícil que sean del gusto de nadie; ni del gobierno, mucho menos de los contribuyentes". Dejó claro que su administración seguirá actuando con responsabilidad para asegurar la sustentabilidad del país en el largo plazo. Asimismo hizo ver que la reactivación económica, recuperación y generación de empleo requieren que los países tengan un plan claro de recuperación fiscal y reducción de deuda, antes que los problemas financieros se vuelvan "inmanejables". En el salón Adolfo López Mateos, acompañado también por el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, José Angel Gurría, anotó que en eso se está trabajando en México, pues con responsabilidad en las finanzas públicas se evitan problemas severos en el largo plazo. En su discurso el presidente Calderón ratificó que el gobierno federal está comprometido con el uso honesto, eficiente y transparente de cada peso que recibe de los ciudadanos. Anotó que su gobierno se ha abierto cada vez más en materia de transparencia y rendición de cuentas y confió en que ello ocurra en todo el país y pronto en todos los órdenes de gobierno, no sólo en el federal". Llamó a los gobiernos estatales a que asuman "sin cortapisas" los estándares de transparencia y rendición de cuentas que, en este caso, promueve la OCDE, pues, dijo, "basta de opacidad y de derroche en el gasto de amplísimos recursos que se destinan a materias que, en ocasiones, no son las sustanciales". "El pueblo, la ciudadanía, no merece simulaciones o regateos para transparentar el destino de los recursos que son de todos los mexicanos", puntualizó el mandatario.