OHL Industrial nació en 2008 con el objetivo de diversificar las áreas de negocio de la constructora española. Un movimiento que tuvo réplica en otras constructoras como FCC y Sacyr. Sin embargo, la división de OHL cerró 2015 con ventas por 352 millones de euros y un resultado bruto de explotación (ebitda) negativo por más de 20 millones. En el primer trimestre del año, la cuenta de resultados no ha dado señales de mejoría. El grupo ha logrado recientemente un impulso a su cartera tras ganar la construcción de una planta de cementos en Colombia con un presupuesto de 215 millones de euros.

La entrada de inversionistas o una fusión contribuirían a impulsar una actividad que, actualmente, se encuentra condicionada por la crisis del precio de las materias primas y las mayores garantías económicas exigidas por los clientes. Cada vez es más habitual trabajar en el sector sin anticipos, lo que obliga a las constructoras a disponer de fondos propios muy elevados para poder arrancar los proyectos.

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