|  

México ocupa el primer lugar en América Latina en materia de fideicomisos; BIM se encuentra entre los 20 bancos fiduciarios más importantes del país.

6 No me gusta1

La economía internacional ha sufrido un revés sin precedentes, es por ello que a más de un año de iniciado el confinamiento, es necesario diversificar las inversiones, y una de las opciones más atractivas, son los fideicomisos.

Desde su concepción, el fideicomiso es un contrato a través del cual se aportan bienes o derechos que podrían ser inmuebles, recursos, muebles, derechos, entre otros para destinarse a determinados fines que acuerden las partes, en las que una institución fiduciaria recibe esos bienes y ejecuta los fines apegándose única y exclusivamente a lo pactado en el fideicomiso.

Bajo la lupa nacional, México es uno de los jugadores más importantes en materia de fideicomisos, ya que tan solo en activos administrados, ocupa el primer lugar en América Latina.

Por otra parte, para el segundo semestre del 2021, debido al buen comportamiento de la cartera y del negocio fiduciario observado en el primer trimestre de este año (1T21), debido a la pandemia, varios clientes han dejado de postergar proyectos de inversión, proyectos inmobiliarios, fideicomisos fondos educacionales para hijos y nietos.

Ya que se necesita contar con un portafolio que ofrezca eficiencia fiscal, y esquemas de planeación patrimonial con fines testamentarios, de igual forma, se están observando otros esquemas, tales como los fideicomisos accionarios, donde se fijan reglas de sucesión de las empresas para una segunda o tercera generación.

Ante ello, Ernesto Fragoso Montaño, Director Corporativo Fiduciario y Banca Patrimonial de Banco Inmobiliario Mexicano (BIM), destaca los retos a los que nos enfrentamos cuando se invierte en estos vehículos.

“Hay instrumentos que pueden ser un bálsamo para los sectores dañados, desde mi trinchera puedo referirme al terreno financiero, especialmente a los fideicomisos, que presentan grandes ventajas y debemos aprovecharlas”, expresó.

 Agregó que los fines y tipos de fideicomisos pueden ser tan diversos como las necesidades de los clientes, como si fueran trajes a la medida, ya que entre éstos están los fideicomisos de inversión inmobiliaria, donde dueños de tierra aportan inmuebles y los desarrolladores aportan su expertise y se asocian para desarrollar vivienda; también para hacer parques industriales, plazas comerciales, o complejos de usos mixtos, entre muchos otros.

“Varios ofrecen un alta eficiencia en las tesorerías y flujos del proyecto, que los hacen más rentables, dado que el pago de la tierra se posterga y se liquida regularmente al final contras las ventas de las unidades resultantes del proyecto, y así mismo con el tema de impuestos que bajo ciertos requisitos legales podría tener una eficiencia fiscal  con bajo o nulo costo fiscal”, explicó,

Además, dada su naturaleza, se evitan largos y costosos juicios testamentarios, se blindan los activos, estos esquemas no tienen un impacto fiscal y lo más importante se preserva la convivencia familiar, pensamos que los juicios testamentarios dividen y los fideicomisos unen a las familias, finalizó.

Como dato, actualmente BIM tiene en su cartera más de 33 mil millones de pesos de activos administrados en fideicomisos, que lo posiciona entre los 20 bancos fiduciarios más importantes del país.