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Cada vez, las razones para ahorrar energía son más evidentes, pero el reto ahora es encontrar la manera de conseguirlo.

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De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en lo dispuesto en tratados internacionales como el Acuerdo de París, adoptar energías renovables reducirá las emisiones que provocan el cambio climático y mantendrá el calentamiento de la tierra por debajo de 1.5 °C.

 

Para encontrar soluciones favorables, se debe entrar al concepto de ‘eficiencia energética’, menciona Cushman & Wakefield en el estudio titulado ‘Cómo lograr la eficiencia energética desde el sector inmobiliario’.

 

“Un aparato, proceso o instalación es energéticamente eficiente cuando consume una cantidad inferior a la media de energía para realizar una actividad sin afectar sus funciones principales”, mencionó Juan Pablo Garduño, Sustainability Manager del área de Project and Development Services de la firma.

Detalló que dicho concepto se puede aplicar al sector inmobiliario en todas las fases de su realización, desde la selección de un espacio para edificar una construcción, hasta decidir el uso de materiales y mobiliario para hacerla habitable, ya que la emisión de gases contaminantes puede reducirse al tener en cuenta el rol fundamental que juega la energía.

Entro los sistemas que se utilizan para hacer un edificio energéticamente eficiente, los más comunes son el uso de focos LED o la instalación de paneles fotovoltaicos para aprovechar la luz solar; también existen otros elementos que en ocasiones no son muy conocidos y que si se toman en cuenta desde las etapas de diseño, pueden brindar una alta eficiencia energética.

 

 

Tanto en el exterior como en el interior del inmueble, algunos ejemplos que pueden enlistarse en opinión de Garduño son:

El espacio y la construcción

  • Una buena orientación del edificio: Si se tiene una orientación donde las actividades internas vayan junto con la trayectoria solar, puede ayudar a reducir el uso de iluminación durante las horas de mayor ocupación.
  • Techos blancos: Hay que dejar de utilizar el impermeabilizante rojo porque atrapa el calor, lo mejor es usar uno de color blanco o con un alto Índice de reflectancia solar, eso evitará generar una isla de calor en el edificio y por lo tanto, un mayor consumo de aire acondicionado dentro del edificio.

 

La fachada

  • Utilizar una proporción 30-70 en fachadas: Esto es 30% muro y 70% cristal en fachadas como mínimo. Contar con la cantidad adecuada de ventanas en un edificio puede ayudar a mitigar el calor atrapado en el mismo, reduciendo el consumo de aire acondicionado y, por ende, el consumo energético.
  • No inyectar aire en fachadas: A la hora de diseñar el proyecto de aire acondicionado, evitar poner las rejillas de inyección pegadas a la fachada. Como son las zonas con una mayor incidencia de calor, va a ser más tardado enfriar el espacio, mientras más alejes la inyección de aire de la fachada, habrá un menor consumo de aire y por lo tanto, disminuirá el consumo energético en el edificio.

 

 

Los ocupantes

  • Sensores de iluminación: Hay que utilizar sensores en espacios regularmente ocupados. Como las personas se olvidan de apagar las luces cuando salen de un espacio, lo recomendable es colocar sensores de iluminación de presencia en espacios comunes como salas de juntas o sanitarios.
  • Cargas vampiro: Es común que las computadoras se dejen conectadas o el cargador del celular en horarios no laborables. Pero si se coloca un timer o control para que al menos un 50% de los contactos normales se apaguen en horarios donde no hay ocupación, como la madrugada, se puede tener un importante ahorro energético.

La idea de un mundo mejor es posible cuando la industria comienza a tomar medidas que permitan un mundo más amigable para el futuro. Todos sin excepción podemos contribuir a conservar nuestro planeta y “el sector Real Estate y de la construcción buscan responder al llamado”, puntualiza el documento.