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Atenuar los riesgos es clave en el proceso de nearshoring para empresas internacionales. Esto implica comprender y abordar desafíos como la infraestructura, la energía y el agua, así como el equilibrio entre la maquila y el valor agregado.

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En la búsqueda de una mayor eficiencia operativa, las empresas internacionales que son atraídas al país por el nearshoring pueden encontrar dificultades, por lo que comprender y mitigar los riesgos es fundamental para atenuarlos.

Lo anterior con el objetivo de atraer la inversión y capitalizar las oportunidades que ofrece el nearshoring, resaltó Intercam Banco en su Reporte trimestral Hablemos de nearshoring. Señalaron los analistas que, si México quiere capitalizar la oportunidad del nearshoring, faltan cosas por hacer.

“No solo se trata de atraer inversiones con estímulos fiscales más atractivos, y resolver los temas de coyuntura que ya mencionamos. La estrategia es tratar de hacer un “paquete de onborading” para recibir a aquellas nuevas empresas que quieran invertir en México, guiándolas desde el punto de vista legal, fiscal, financiero, estratégico y crear una experiencia que pudiera facilitar de manera considerable la relocalización de cadenas productivas.

 

“El nearshoring no es un fenómeno que se pueda evidenciar de manera contundente de la noche a la mañana, es algo que sucederá con el tiempo. Las oportunidades existen y debemos aprovecharlas”, destacaron.

 

Así, entre los riesgos más importantes para el nearshoring están los siguientes:

  1. Infraestructura: Un reto es mejorar la conectividad de la infraestructura logística, aumentar la capacidad en puertos, carreteras y vías férreas, además de realizar mejoras en las telecomunicaciones.
  2. Energía y agua: Algunos fideicomisos de inversión en bienes raíces (Fibras) en México han reportado que en los mercados con niveles de ocupación más baja no se ha asegurado suficiente energía para satisfacer las necesidades de nearshoring de los inquilinos. A la par, el agua juega un papel fundamental en la manufactura, la producción textil, las industrias química y farmacéutica y, por supuesto, la producción agrícola. Lo anterior es relevante ya que el país enfrenta sequías severas y extremas en buena parte del territorio.
  3. Maquila vs mayor valor agregado: Aunque se ha observado crecimiento en los sectores de manufacturas tradicionales, los segmentos de mayor valor agregado - como electrónicos, tecnologías de información y aeroespacial, por ejemplo - no han experimentado un crecimiento significativo. Esto podría atribuirse a la falta de certidumbre jurídica y política en los últimos años, lo cual es esencial para atraer inversiones a largo plazo en sectores intensivos en capital. “Con este contexto, el riesgo es que, aunque las exportaciones y el empleo puedan aumentar durante unos años, no se logre una transformación significativa si el nearshoring se limita a revivir la maquila en lugar de convertirse en un proceso más completo que incluya inversiones a largo plazo, transferencia de tecnología y desarrollo de capital humano”, indica el análisis.
  4. Inseguridad pública: En el clima de inversión, altos niveles de inseguridad pública crean una percepción negativa. Los inversionistas pueden percibir un aumento en los riesgos para la seguridad de su personal, activos y operaciones; un entorno de inseguridad puede llevar a que las empresas incurran en costos más altos como medidas de seguridad, sistemas de vigilancia o costos de seguros, haciendo la inversión menos atractiva.