En un mercado donde adquirir una vivienda es cada vez más costoso, la copropiedad se presenta como una alternativa que permite a más personas acceder al mundo inmobiliario sin necesidad de endeudarse por décadas.
¿Qué es la copropiedad?
La copropiedad consiste en adquirir una parte legalmente reconocida de una propiedad, compartiendo el bien con otros compradores. A diferencia del modelo de "tiempo compartido", la copropiedad sí otorga derechos plenos, incluyendo la posibilidad de vender, heredar o rentar la parte adquirida, todo bajo un esquema legal respaldado por el marco jurídico mexicano.
Para Jhonatan Rivero, director de Kazta Consultores, este modelo está ganando terreno entre jóvenes y nuevos inversionistas:
Ventajas clave
- Seguridad legal: Cada copropietario tiene una escritura individual registrada ante notario.
- Libertad patrimonial: Se puede vender, heredar o ceder la parte adquirida sin restricciones del grupo.
- Acceso a inmuebles de alto valor: Permite entrar a mercados que antes eran inalcanzables, como propiedades en zonas turísticas.
- Incremento de valor: Al igual que cualquier propiedad, la fracción adquirida se valoriza con el tiempo.
- Uso flexible: Los copropietarios acuerdan de manera conjunta el uso del inmueble, sin calendarios impuestos.
¿Por qué elegir este modelo?
El alza de precios en el sector inmobiliario —que solo en el primer trimestre de 2025 fue del 8.2% a nivel nacional, según la Sociedad Hipotecaria Federal— ha hecho que muchas personas pospongan indefinidamente la idea de adquirir una vivienda. La copropiedad permite invertir desde menos capital, con menor riesgo y con la posibilidad de generar retorno a mediano y largo plazo.
Retos por superar
Rivero enfatiza que la diferencia es clara: “En México, la copropiedad está regulada. Hay valor patrimonial real, derechos legales y la posibilidad de hacer crecer tu inversión. Es un modelo sólido, siempre que esté bien estructurado”.
Una tendencia que podría transformar el acceso a la vivienda
Con más personas interesadas en diversificar sus inversiones o en encontrar opciones más realistas para formar un patrimonio, la copropiedad se perfila como una alternativa con alto potencial en ciudades y destinos turísticos del país, como Valle de Bravo o Tequesquitengo, donde la plusvalía anual puede superar el 15 por ciento.