Los compradores de vivienda en Estados Unidos tienen esta semana un respiro poco común en el actual mercado inmobiliario. La tasa hipotecaria promedio diaria cayó al nivel más bajo en casi un año, impulsada por un informe de empleo más débil de lo esperado. Este ajuste le da a quienes buscan casa la posibilidad de mejorar su poder adquisitivo antes de que las tasas vuelvan a fluctuar.
Las condiciones también favorecen a los compradores por otros motivos: El crecimiento de los precios de la vivienda se ha enfriado, con un aumento anual de apenas 2.3% en las últimas cuatro semanas, el menor ritmo en dos años. Incluso, los analistas prevén que los precios caigan alrededor de 1% hacia finales de 2025. Las reducciones de precio se han vuelto más comunes y solo un 26.6% de las ventas cierran por encima del precio de lista, frente al 31% del año pasado.
El inventario de viviendas en venta ha crecido 8.5% anual, mientras que las ventas pendientes bajaron 1.2 por ciento. Esto ha llevado a muchos vendedores a mostrarse más flexibles, aceptando ofertas por debajo del precio o incluyendo incentivos como apoyo para gastos de cierre o reparaciones.
“Los compradores que quieran aprovechar esta ventana deberían actuar pronto y fijar una tasa ahora que está en su nivel más bajo desde octubre pasado”, señaló Chen Zhao, directora de investigación económica de Redfin, quien subraya que un eventual recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre ya se descuenta en el mercado, pero no hay garantía de que la tendencia bajista continúe.