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Millones de propietarios de casas que están en riesgo de perderlas debido a las condiciones en sus créditos hipotecarios podrían ver aliviada su situación bajo el ambicioso plan anunciado hoy por el presidente estadunidense Barack Obama.
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Por Notimex WASHINGTON.- Millones de propietarios de casas que están en riesgo de perderlas debido a las condiciones en sus créditos hipotecarios podrían ver aliviada su situación bajo el ambicioso plan anunciado hoy por el presidente estadunidense Barack Obama. El universo de potenciales beneficiarios por el llamado Plan de Estabilidad y Acceso a la Vivienda podría alcanzar los nueve millones. Aunque parte de su impacto parece garantizado por la intervención de entidades respaldadas por el gobierno, su éxito final dependerá también de la respuesta del sector privado. El plan, unas de las ramificaciones de los esfuerzos del gobierno para reactivar la economía nacional, constituye la respuesta más directa para atacar lo que analistas económicos estiman es el origen de la actual crisis. Aunque no existen números oficiales al respecto, cifras dadas a conocer en fecha reciente han puesto de relieve el impacto provocado por la crisis del sector de la vivienda. El año pasado el número de casas embargadas por bancos e instituciones crediticias como resultado de la mora en el pago de créditos hipotecarios se duplicó con relación a 2007, pasando de 404 a 850 mil, según la compañía RealtyTrac. El portal de Internet especializado Zillow Real Estate Maket Report reveló por su parte que la pérdida de valor acumulado de la vivienda en Estados Unidos alcanzó los 3.3 billones de dólares como consecuencia del desplome en los precios de las propiedades. El nuevo plan de Obama busca detener las devastadoras consecuencias que la crisis del sector ha provocado, y que en gran medida ha contribuido a la contracción de la economía estadunidense. Para ello buscará que entre cuatro y cinco millones de propietarios de casas con créditos hipotecarios respaldados por las empresas Fannie Mae y Freddie Mac y que enfrentan dificultades para cubrir sus mensualidades puedan refinanciar las condiciones de sus préstamos. La posibilidad de estas reestructuraciones parece segura debido a que ambas hipotecarias, que ofrecen créditos respaldados por el gobierno, fueron intervenidas en septiembre pasado por las autoridades estadunidenses para evitar su quiebra. La intención del gobierno es que a través de estos refinanciamientos, los propietarios de las casas puedan ver reducidos sus pagos mensuales hasta en 11 por ciento, retener sus propiedades y reducir de manera considerable el número de embargos. El plan contempla un fondo por 75 mil millones de dólares mediante el cual se busca brindar alivio a entre tres y cuatro millones de dueños de casas adicionales que enfrentan perspectivas similares. Parte de estos fondos estarán destinados a brindar incentivos a las empresas hipotecarias que faciliten la reestructuración de créditos a personas que califiquen, cubriendo hasta mil dólares de los costos asociados con tales operaciones. De igual manera contempla un subsidio que podría alcanzar hasta los mil dólares anuales como un incentivo para los crédito-habientes que paguen a tiempo sus mensualidades. Asimismo brindará pagos de hasta mil dólares a las empresas hipotecarias que accedan a reestructurar créditos de manera anticipada a propietarios de casas que enfrenten la posibilidad de caer en una moratoria de pagos. Un programa creado por el Departamento del Tesoro en el marco de este plan y con un partida de 10 mil millones de dólares, estará destinado a respaldar algunos créditos de alto riesgo y reducir así el incentivo de las hipotecarias para proceder con el embargo de propiedades. El plan buscará además evitar que las condiciones que dieron lugar a la crisis económica actual puedan repetirse, desarrollando para ello guías uniformes entre la industria hipotecaria, trabajando de cerca con bancos, con el objetivo final de prevenir embargos en cascada. Buscando ampliar sus alcances, el gobierno requerirá su adopción por parte de todas aquellas empresas financieras que reciben asistencia del gobierno a través del Plan de Estabilidad Financiera anunciado la semana pasada por el Departamento del Tesoro.