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La participación ciudadana será fundamental junto con las políticas públicas y las empresas para llevar a cabo un gran cambio urbano y resiliente en la región.

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La visión de las Smart Cities pasa necesariamente por la decisión ciudadana. A diferencia de Europa o Estados Unidos, las cuales tienen una cultura democrática y participativa más amplia, en América Latina, donde predominó durante muchos años una visión autoritaria, está despertando a una democracia participativa, y sobre todo, ciudadana.

En el área metropolitana en la Ciudad de Buenos Aires se estima que diariamente, se realizan más de 35 millones de viajes por diversos medios de transporte. Con una población de más de 3 millones de habitantes, con 15 mil habitantes por kilómetro cuadrado, recibe, en tiempos normales, el doble de su población nativa.

La ciudad cuenta con siete líneas de subterráneos. Algunas conectadas entre sí y otras no. El reto es que ese millón 200 mil pasajeros que a diario se movilizan cuenten con más alternativas para conectarse más efectivamente.

En charla con Real Estate Market, Alejandro Liberman, consultor especialista en Tránsito Urbano y miembro del Consejo de Planeamiento Estratégico de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, destaca que para atender el reto de la movilidad, se tienen que vincular las diversas políticas, los medios físicos, el peatonaje y las aplicaciones tecnológicas para emprender una movilidad ciudadana más efectiva:

“Para estar bien conectado un sistema de transporte, éste debe estar bien pensado, gobernado y gestionado. Ello tiene que ver con todos los actores que tienen que ver con la movilidad y el transporte. Para ello, tenemos que sentarnos y decir, ¿cómo queremos movernos? Uno de los principales problemas de Latinoamérica es que estos sistemas no están bien conectados”, argumenta.

Nueva figura

Sobre los adelantos en materia de Smart Cities que se tienen en la región, destacó el organismo para el cual colabora fue creado por el Gobierno de Buenos Aires en 1996; este funciona como una articulación entre la ciudad de Buenos Aires con más de 200 asociaciones de las sociedad civil del área metropolitana y otras empresas.

“Hay tres competencias: las que tienen que ver la propuesta de planes estratégicos para Buenos Aires; con recomendar proyectos al Ejecutivo de la ciudad; y con hacer iniciativas de ley. Aquí es donde nosotros podemos generar proyectos de ley en cuanto a gestión de movilidad, conceptos de movilidad, y cómo elegimos a los medios de transporte”.

El City Manager argentino destacó que muchas experiencias buenas y recomendables en la región y citó los casos de Bogotá, Cali y Curitiba, en donde la movilidad funciona como si fuera un organismo vivo:

“En temas de Smart Cities, estas ciudades inteligentes están construidas por personas inteligentes. La ciudad por sí sola no es inteligente. La inteligencia sí es una construcción humana. Para mí, inteligencia es que los sistemas estén bien conectados. Si el cerebro no entiende bien las conexiones hechas, vamos a pensar mal o vamos a tener una enfermedad relativa que afecte al cerebro, por ejemplo. Justamente un sistema bien conectado en medios de transporte hace que una ciudad sea Smart”.

Vinculación con entorno

Agregó que si no se atiende lo anterior, se continuará con las gestiones, el malhumor, el ruido, la contaminación, los tiempos perdidos, ineficiencia en administración y otras externalidades.

En América Latina tenemos la libertad de elegir cómo movernos. A veces es por necesidad y a veces por placer. Por un lado está los medios físicos, como el transporte, los subterráneos, las bicicletas, los trenes y los peatones. Pero la conexión organizada de estos cuatro medios físicos debe poder vincularse, a su vez, a plataformas virtuales o tecnológicas:

“En esto nos ayudarán los satélites para saber cómo nos movemos. Cada medio de transporte es un mapa y cada persona también lo es. Y si esa información enorme es procesada por empresas o personas, se deben generar eficiencias. A futuro, ahí estarán las futuras pandemias o estos también llamados cisnes negros que tenemos que atender para planificar las ciudades y tomar ciertos riesgos”, afirma.

Ejemplificó el sistema bonaerense de la red de 200 estaciones de ecobicis gratuitas cuenta con más 200 kilómetros de ciclovías, donde más de 220 mil personas utilizan este servicio todos los días, las cuales a su vez se vinculan a áreas exclusivas para peatones.

Participación activa

El plan de Buenos Aires es que para 2025 todas las personas puedan quedarse en Buenos Aires para evitar traslados y quedarse para edificar el concepto urbano de los 15 minutos.

“Buenos Aires es un centro dinámico, cultural, con zonas de teatros, librerías. Lo que ha hecho la pandemia es que la gente llegue a disfrute de esa cultura pero dentro del barrio, con espacios de libros, tianguis culturales, y espacios restringidos que están ahí. Esto es lo que está pasando en Francia con el concepto de los 15 minutos. Queremos que todo transcurra dentro de esa área de 15 minutos, donde tú puedas hacer trámites, atenderte con un médico, estudiar o reunirte con legisladores virtualmente; así nos ahorramos un montón de tiempo”.

Sobre los 189 países en el mundo que han tomado por consenso los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la ONU para llegar a 2030 con una batería de realidades, argumentó que el objetivo 11 habla precisamente de empoderar a las ciudades de manera sostenible.

“En estos territorios de América Latina se va a vivir una fragmentación. Es decir, hay territorios muy ricos y al lado hay muy pobres, con zonas seguras y zonas anárquicas. La cuestión de resiliencia tiene que ver con atender ambas cuestiones a tiempo”.

Por ejemplo, en el tema de gobernanza, “si votábamos cada 4 años nos íbamos a casa y todo terminaba ahí. Ahora, hay un compromiso diario del ciudadano por involucrarse. Hay empresas, líderes de diversas organizaciones y colectivos que quieren sentarse en la misma mesa con el gobierno, para que la construcción de esa ciudad no sea en partes, para evitar deformidades. Se debe trabajar en consenso. La Fundación Neumann es promotora de ello”.

Finalmente, señaló que Latinoamérica necesita de este cambio “porque justamente aquí está esta gran fragmentación de territorios. Todos los que queremos a las ciudades vemos que todos los temas están relacionados. Todos nos tenemos que involucrar. Nosotros no esperamos a que el gobierno nos diga qué hacer. Ahora somos participantes enteramente activos”.