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El cierre de año dispara el estrés financiero en los hogares mexicanos; más familias recurren a créditos personales para obtener liquidez y enfrentar gastos estacionales.

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Con la llegada de diciembre, los gastos extraordinarios se vuelven inevitables: celebraciones, compras de temporada, compromisos familiares y pagos pendientes aumentan la presión sobre el bolsillo. Esta combinación convierte el cierre de año en uno de los periodos donde más se incrementa el estrés financiero entre los hogares mexicanos.

 

Las cifras recientes lo explican con claridad. De acuerdo con la Condusef, este tipo de estrés no solo afecta la tranquilidad económica, sino también la salud, pues puede generar ansiedad, insomnio, cambios en la alimentación e incluso problemas físicos como gastritis, dolores de cabeza o presión alta. Y no se trata de un fenómeno aislado: la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera indica que dos de cada tres mexicanos han experimentado estrés financiero moderado o severo.

 

A ello se suma la presión del consumo decembrino. Según datos oficiales, las familias mexicanas gastan más de 19 mil pesos en promedio durante la temporada navideña en alimentos, regalos y adornos. Aunque muchas personas planean destinar su aguinaldo a estos gastos, cuatro de cada diez aseguran que aun con este ingreso extra no logran cubrir todo el presupuesto de fin de año.

Liquidez urgente: por qué aumentan los créditos personales en diciembre

 

El incremento de gastos hace que las personas busquen alternativas para equilibrar su economía antes de iniciar el siguiente año. Una de ellas son los créditos personales, especialmente aquellos que ofrecen entregas rápidas y montos ajustados a necesidades inmediatas.

 

Datos de Provident muestran esta tendencia: en noviembre y diciembre de 2023 y 2024, la colocación de créditos creció 2.1% frente al promedio histórico, mientras que el número de clientes recurrentes subió 15%, lo que refleja una mayor necesidad de liquidez en esta temporada.

Aunque suele pensarse que los préstamos decembrinos se destinan a regalos o celebraciones, el comportamiento real es otro. En 2024, el monto promedio solicitado fue de $8,800 pesos, y la mayoría se utilizó para cubrir gastos básicos, pagos atrasados o emergencias, no para compras festivas.

Sobre este comportamiento, Fernando Chávez, director de Legal y Asuntos Corporativos de Provident México, afirmó:

“El cierre de año demuestra cómo el crédito puede convertirse en un aliado para las familias en momentos clave. En Provident sabemos que el bienestar económico se fortalece no solo con acceso a financiamiento, sino con educación y planificación financiera”.

 

Las regiones donde más creció la demanda fueron Morelia, Morelos, Puebla y Querétaro, zonas donde las familias destinan gran parte de su presupuesto a necesidades esenciales. Además, el 50% de las personas que solicitaron apoyo económico tiene entre 25 y 45 años, con una mayoría de mujeres.

 

Cómo aliviar la presión: medidas básicas de finanzas personales

Aun con la presión de la temporada, existen acciones simples que pueden ayudar a reducir el estrés financiero. Entre las más recomendadas por los especialistas se encuentran:

  • Hacer un presupuesto realista considerando gastos fijos, variables y compras estacionales.
  • Separar ingresos extraordinarios, como el aguinaldo, entre pagos urgentes, gastos de temporada y un pequeño fondo de contingencias.
  • Evitar compras impulsivas y comparar precios para mantener el control del presupuesto.
  • Solicitar crédito solo si es necesario, calculando la capacidad de pago para evitar sobreendeudarse.
  • Construir un fondo de emergencia, incluso si es pequeño, para enfrentar imprevistos.
  • Consultar fuentes confiables, como guías de Profeco o herramientas financieras gratuitas.

Un cierre de año retador, pero con herramientas disponibles

El repunte del estrés financiero hacia fin de año es un patrón que se repite cada diciembre. Sin embargo, los datos también reflejan que cada vez más personas buscan alternativas formales para enfrentar la temporada sin comprometer su estabilidad económica.

 

La combinación de educación financiera, planificación y acceso responsable al crédito puede hacer la diferencia entre un cierre de año abrumador y uno manejable.