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El expertise corporativo en Asia pone de relieve estar alertas ante un eventual caso positivo en las oficinas, destaca CBRE.

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El COVID-19, ha presentado implicaciones que han sido profundas. Ante ello, se desarrolló una guía dirigida a ocupantes y propietarios para administrar edificios, independientemente del punto en el que se encuentre la elaboración de su estrategia de recuperación.

1 ¿Qué deben repensar los empresarios? Cuando las restricciones sanitarias lo permitan, la vuelta a la actividad laboral y para que las empresas en general puedan reabrir sus centros de trabajo, los ocupantes deben estar preparados para determinar límites y políticas.

2. Planificando el regreso corporativo. La experiencia que se ha tenido en Asia sobre el apoyo a clientes, sugiere que la reapertura de lugares de trabajo y espacios comerciales no es sencilla. Para ello debe cuidarse:

Seguridad, salud y bienestar. Las empresas deben estar preparadas ante colaboradores más exigentes que esperan garantías continuas y creíbles sobre un entorno seguro. Esto llevará a incluir letreros con información actualizada sobre seguridad, salud y bienestar; recursos para empleados y para visitantes en todo el edificio y lugares de trabajo.

Retroalimentación. Las relaciones con accionistas o interesados serán clave. Es importante coordinarse antes de reabrir una oficina o unas instalaciones con los grupos de interés de los ocupantes y de los propietarios.

3. Oficina “a tope”, no recomendable. Lo aprendido en Asia indica que traer a los equipos de vuelta a la oficina “a tope” es poco coherente con la salud pública; se recomiendan medidas de distanciamiento social se reduzcan de modo gradual y bien pensado. Las empresas deben marcar un plan para aumentar gradualmente el número de personas que regresan.

4. Evaluar compras y finanzas. Tanto ocupantes como propietarios deben plantearse qué nuevos niveles de servicio, materiales y actividades son necesarios.

Áreas que pueden necesitar mayor abastecimiento y más financiación serían un servicio de limpieza mejorado; personal para nuevos protocolos de acceso (medición de temperatura corporal y gel sanitizante para manos); aumentar el gel hidroalcohólico para manos, toallitas desinfectantes, guantes y mascarillas; replantear la tecnología y equipos necesarios; utilizar tecnologías de seguimiento, tecnologías touchless y otras.

5. Regreso de colaboradores. A través de una respuesta continua y preparación: una vez el espacio se haya reocupado y el trabajo se haya reanudado, ocupantes y propietarios deberán estar alerta y con capacidad de respuesta rápida ante situaciones no deseadas en caso de que se dé un rebrote de COVID-19.

Todo el mundo debe estar preparado para volver al “modo respuesta” en el caso de que hubiera sospechas o confirmación de un caso positivo.

“Compartimos nuestro conocimiento experto y asesoramiento basados en una experiencia que va creciendo rápidamente, tanto en detallados documentos guía, como en especificaciones técnicas, incluyendo protocolos y herramientas que hemos desarrollado para y con nuestros clientes, implementándolos en nuestros propios espacios de trabajo en gran parte del mundo”, destacó Oliver Jaimes Project Management Director para México de CBRE.