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El jefe de Gabinete de la Presidencia, Alfonso Romo, abandona finalmente al Gobierno Federal, que en todo momento, ha obstaculizado a la iniciativa privada. 

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Finalmente se fue.

Alfonso Romo, el que fuera coordinador de la Oficina de Presidencia, informó el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

“Él me ha ayudado y me seguirá ayudando. Es un hombre independiente, honesto, comprometido con las causas justas y además es mi amigo”, escribió el presidente a través de su cuenta de Twitter.

Como se recordará, Romo criticó en varias veces al Gobierno Federal, que el día de ayer cumplió dos años en el poder. 

Una de las últimas, fue cuando dijo ante empresarios que la 4T debía quitarse "tabúes ideológicos" o cuando sentenció que no se podía manejar al país como si creciera 9%, cuando en realidad decrecía 9%.

“Poncho está más en mi visión de que lo importante no es el cargo, sino el encargo. Él me ha ayudado y me seguirá ayudando. Es un hombre independiente, honesto, comprometido con las causas justas y además es mi amigo”, escribió López Obrador en una cadena de tuits emitidos hace unos momentos. 

La renuncia ha desatado varios comentarios, entre ellos, el del panista Manuel Clouthier Carrillo celebró la decisión: “se hartó de que se golpee a diario al sector privado y tener que dar la cara ante los empresarios! Decidió ya no dialogar con el hipócrita”.

Por su parte, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, reconoció la gestión de Romo: “En circunstancias complejas fungió como traductor, interlocutor y factor de distensión. Lo más valioso de su paso por el @GobiernoMX, fue el freno a muchas ocurrencias y la contención de los radicales”, destacó en sus redes sociales. 

El columnista Mario Maldonado, de El Universal, en varias ocasiones, destacó el hartazgo que estaba pasando el empresario por las ocurrencias del jefe del Ejecutivo. 

El también periodista Salvador García Soto destacó que el primer gran revés que tuvo Romo, fue cuando tuvo que dar la cara ante el empresariado cuando López Obrador, en un acto de poder, canceló el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM).